El querer vivir como desafío
Santiago López Petit
04.10.2016 – 25.10.2016
El filósofo Santiago López Petit imparte el primer seminario En primera persona del plural en el que hablará sobre el desafío que supone el querer vivir, un gesto radical que obliga a reflexionar sobre cuestiones fundamentales: desde la política al amar, desde el espacio de anonimato a la fuerza del dolor. Durante cuatro sesiones se expondrán conceptos como la propia definición de este desafío, el cuestionamiento de la vida cotidiana en la época global capitalista, y la anomalía como resistencia.
El querer vivir como desafío
He tenido que pensar la vida por necesidad. El movimiento obrero había sido derrotado. La enfermedad venía imparable con la noche. Y la insistencia de una pregunta: ¿tiene sentido la vida? Para poder vivir descubrí que hay que arrancar el querer vivir de la vida que lo aprisiona. De la vida, de esta vida que nos constituye íntimamente como piezas de la gran máquina capitalista de movilización. Entonces, con el querer vivir en nuestras manos, esta pregunta desaparece ante la pregunta verdaderamente crucial: ¿cómo hacer del querer vivir un desafío? He intentado dar una respuesta, a la vez individual y colectiva, puesto que las dos dimensiones están coimplicadas en lo más esencial del querer vivir. Evidentemente, se trata de expulsar el miedo propio así como de crear las condiciones para conseguirlo colectivamente, pero la idea de desafío implica mucho más. El desafío efectuado mediante el querer vivir constituye un gesto radical que nos obliga a pensar de nuevo las cuestiones más fundamentales: desde qué es lo político hasta qué es amar, desde qué es un espacio del anonimato hasta qué puede una fuerza de dolor.
SESIÓN 1
Martes 4 de octubre, 19 h. Virreina LAB
El concepto de vida es hoy omnipresente. En el discurso humanitarista, en la bioética, en los libros de autoayuda y, por supuesto, en las noticias que hablan de las amenazas crecientes que se ciernen sobre la especie humana. Pero apelar a la vida en general, y a menudo en abstracto, ha sido una coartada que ha servido tanto para declarar guerras como para canalizar el miedo. En esta tarea la metafísica ha cumplido una función determinante, pues ha mostrado como la nihilización de la vida se efectúa en nombre de su salvación. La afirmación insólita y provocadora “la vida no existe, existe el querer vivir” abre un camino de crítica nominalista a esta vida hipostatizada y, por tanto, sin vida. Vivir es, entonces, conjugar el verbo querer vivir. Se trataría de analizar la ambivalencia del querer vivir, su recomposición interna, su expansión y, finalmente, en qué medida su afirmación constituye un desafío
Entrada gratuita. Aforo limitado
SESIÓN 2
Martes 11 de octubre, 19 h. Virreina LAB
Época global significa que el capitalismo recubre el mundo y que nosotros habitamos en el corazón de lo insoluble. La crítica de la economía política encalla cuando la explotación capitalista se transforma en una permanente movilización. Pero la crítica de la vida cotidiana también queda inutilizada cuando es la propia vida la que debe ser sometida a crítica, puesto que se ha constituido en una forma completa de dominio y sujeción. De ahí que los modelos tradicionales de crítica (la negación dialéctica o no, la transgresión, la afirmación vitalista...) no sirvan para pensar el desafío que supone atacar a la bestia dentro de la cual permanecemos y que nosotros mismos alimentamos. Hacer del querer vivir un desafío implica necesariamente una interrupción. ¿Cómo interrumpir esta realidad que es, a la vez, campo de guerra y espacio de posibles, fuga hacia adelante y pura tautología que repite incansablemente “Esto es lo que hay”?
Entrada gratuita. Aforo limitado
SESIÓN 3
Martes 18 de octubre, 19 h. Virreina LAB
Vivir en la actualidad es aceptar, día a día, que la propia vida no vale nada, que será usada mientras sirva y, finalmente, abandonada a su suerte. Frente a esta obsolescencia programada que es nuestro destino, el gesto radical de la interrupción alza el querer vivir. Podemos agujerear la realidad, podemos subvertir el dominio de los pronombres y el juego de la vida, pero para ello tenemos que apoderarnos de la potencia de la nada y desligarnos del nihilismo. La potencia de la nada es este poder que es no-poder y este no-poder que es poder. Cada vez que nos deshacemos de las fábricas de la impotencia, cada vez que osamos atravesar un impasse, cogemos esta potencia en nuestras manos. Así es como se plasma la interrupción. En el plano impersonal, la interrupción del dominio de los pronombres origina los espacios del anonimato. En el plano personal, el surgimiento de una vida política que por su simplicidad es invencible.
Entrada gratuita. Aforo limitado
SESIÓN 4
Martes 25 de octubre, 19 h. Virreina LAB
La movilización global al triturar nuestras vidas, o directamente expulsarlas como desechos, extiende la noche del malestar. Crece una imposibilidad de vivir que hace enmudecer los gritos con miedo e indiferencia. Anomalías son quienes se niegan a pagar el precio de esta normalidad. Se resisten y luchan a su manera. Sin descanso, agarrados a su querer vivir. ¿Y si la única manera de soportar este exceso de vida que no puede desplegarse fuera, paradójicamente, introduciendo dentro de sí la muerte? La potencia de la nada encuentra en la anomalía su verdadera casa, porque toda anomalía es una vida rota que se mantiene en pie desafiante. En la imposibilidad de vivir está, pues, la posibilidad misma de vivir, y este es el origen de una extraña alegría que el viento de la vida es incapaz de hundir. Es así como la noche del malestar se convierte en la noche de la resistencia. La vida es una fuerza oscura, pero sólo de esta oscuridad puede sacarse la luz.
Entrada gratuita. Aforo limitado
Santiago López Petit (Barcelona, 1950). Filósofo. Militante de la autonomía obrera en los años setenta durante los que trabajó como químico. Fue profesor de filosofía en la Universidad de Barcelona (1990-2013). Sus últimos libros publicados son: La movilización global (Madrid, 2009) e Hijos de la noche (Barcelona 2014). Ha impulsado iniciativas colectivas como Dinero Gratis y Espai en Blanc.