Memoria Democrática

El barrio del Besòs nació durante la segunda mitad del siglo XX como polígono de viviendas de protección oficial del denominado suroeste del Besòs, incluido en el Plan de urgencia social del Ministerio de la Vivienda, de noviembre de 1957.

Entre 1950 y 1960, la zona sufrió una gran transformación. La aparición de fábricas y nuevos edificios comportó la desaparición de los campos de cultivo y de las masías: Can Rosés, Can Pujades, Cal Gras, Can Barrina y Casa Cremada.

La precariedad con la que se construyeron las nuevas viviendas públicas tuvo como consecuencia la aparición de todo tipo de problemas —grietas, inundaciones, rotura de desagües, entre otros—, que avivaron la movilización de las vecinas y vecinos. A principios de 1977, el hundimiento de unos bajos comerciales y unas grietas en el bloque 37 motivaron la convocatoria de asambleas multitudinarias, y se tomó la decisión de ocupar la sede del Patronato de la Vivienda, que se negaba a atender las reclamaciones.

El encierro empezó el 13 de mayo de 1977 y duró 15 días, y las mujeres fueron sus protagonistas. Su acción generó la solidaridad y la movilización de todo el barrio y representó un punto importante de inflexión en la negociación para mejorar las condiciones de las viviendas más afectadas.

El encierro de las mujeres y la lucha por la democratización de la asociación de vecinos constituyó un paso adelante en la renovación del movimiento vecinal en el Besòs. En la nueva junta de la entidad que tuvo lugar en abril de 1978 —hasta entonces en manos de grupos ultras franquistas—, las protagonistas de la ocupación del Patronato crearon la primera vocalía de mujeres.

Con este atril, la Comisión de Memoria y Género de Sant Martí y el Ayuntamiento de Barcelona quieren rendir homenaje a las vecinas que con su lucha mejoraron las condiciones de vida en el barrio.