Fecha: 04/04/2022 - 10/04/2022
Lugar: Cárcel La Modelo
Este año, la Primavera Republicana —impulsada por el Ayuntamiento de Barcelona desde el 2016— quiere centrarse en las mujeres republicanas, rebeldes y comprometidas con la lucha por sus derechos y sus libertades, que lucharon y defendieron los cambios durante la Segunda República. Pero también nos fijaremos en las que siguieron luchando y defendiendo los valores republicanos más allá de la Guerra Civil, durante el franquismo, la Transición y hasta nuestros días.
Creemos que es interesante sobrepasar el año 1939, porque el ideario republicano persistió más allá de esta fecha y siguió vivo en el exilio y también en la España retrógrada y oscura del franquismo. La Dictadura, una vez hubo derrotado el Gobierno republicano legítimo, instauró una política de represión exhaustiva no solo en el ámbito institucional sino también en el ámbito social, con el objetivo de liquidar toda oposición al régimen franquista y atemorizar al conjunto de la población, que tuvo que asumir la pérdida de las libertades individuales y colectivas logradas en el periodo republicano. Las mujeres republicanas fueron doblemente reprimidas: como republicanas y como mujeres.
Durante la Segunda República las mujeres pudieron votar por primera vez, conquistaron el espacio público, participaban en manifestaciones, iban a mítines, escribían en la prensa, y el asociacionismo femenino se multiplicó. Después de la guerra, muchas mujeres se resistieron a abandonar esta dinámica. De ahí el lema de la Primavera Republicana de este año: “Rebeldes y comprometidas”. Proponemos, pues, reivindicar el papel de la mujer en la defensa de los ideales republicanos de la libertad, la igualdad y la fraternidad durante los años treinta y más allá.
El programa se ofrecerá entre el 4 y el 10 de abril y nos hará entrar en el comedor de casa de nuestras abuelas para reconstruir y revivir sus recuerdos en un espectáculo teatral; plasmará en unas grandes lonas instaladas en el patio de la cárcel Modelo a seis mujeres republicanas y resistentes, y, a través de un espectáculo de música y danza, hará oír la voz de figuras primordiales de la literatura republicana, feminista y antifranquista como Almudena Grandes. En paralelo, habrá unas jornadas de debate sobre memoria y espacio público, un pasacalle y una ofrenda floral al monumento La República, en Nou Barris, y el alumnado de la Escola d’Art La Industrial pintará un grafiti en un muro de La Modelo. Precisamente la antigua prisión, un espacio de una gran carga simbólica, será el escenario principal del programa de la Primavera Republicana 2022.
Ni sometidas, ni vencidas, ni franquistas, ni monárquicas. Republicanas, rebeldes y comprometidas. ¡Bienvenida, Primavera Republicana!
A partir del lunes, 4 de abril
Rostros rebeldes
Retratos urbanos de mujeres republicanas, a cargo de Pierre Marquès
Patio de entrada de La Modelo, c/ Entença
Instalación gráfica de arte urbano en el patio de entrada de La Modelo, a cargo de Pierre Marquès, artista francés residente en Barcelona. Hará seis retratos de gran formato de mujeres que lucharon por los valores republicanos, incluso después de la guerra, algunas de las cuales fueron privadas de libertad por su defensa de la República. La instalación incluye un código QR a través del que se podrá acceder, con el teléfono móvil, a la biografía de estas seis mujeres, que representan etapas cronológicas diferentes y perfiles diversos de mujeres rebeldes y comprometidas: Natividad Yarza Planas, Frederica Montseny i Mañé, Neus Català i Pallejà, Sara Berenguer i Laosa, Maria Salvo i Iborra, i Montserrat Roig i Fransitorra (acceded a sus biografías).
La obra de Pierre Marquès se presenta en forma de pintura con plantilla, dibujo clásico, poemas visuales, fotografía, instalaciones y vídeos. Paralelamente, trabaja la memoria histórica a través del paisaje. En octubre del 2013 expuso “Tout sera oublié” en el Arts Santa Mònica, un trabajo que presentó en abril del 2014 en el Centre Pompidou, en París. En mayo del 2015 presentó en Montpellier la exposición “Créer, c’est résister”, una serie de retratos de gran tamaño de autores anónimos basada en las dramáticas consecuencias de la crisis del 2008.
Martes, 5 de abril
Mujeres, república y literatura
Hora: 18.30 h
La Modelo
Cuarta galería (futuro Espacio Memorial)
No se requiere reserva de entrada
Esta creación escénica de Les Impuxibles y Alicia Reyero a partir de textos de Almudena Grandes nos aproximará a diversos testigos y a su relación con la República y con la lucha feminista y antifranquista.
Con un acompañamiento de música y danza, se leerán fragmentos de la serie Episodios de una Guerra Interminable de Almudena Grandes, en la que narra momentos significativos de la resistencia antifranquista en un período comprendido entre 1939 y 1964 y donde los personajes principales interactúan con figuras reales y escenarios históricos.
La representación irá a cargo de Kathy Sey, Yolanda Sey y Olga Lladó, junto con Les Impuxibles (Clara y Ariadna Peya), que son un claro ejemplo de cómo mantener a los ideales republicanos de igualdad y feminismo hasta nuestros días. Su compromiso social las ha llevado a hacer crecer la necesidad de usar el arte como altavoz de denuncia y cambio social, y de posicionarse en una política de igualdades.
Miércoles, 6 de abril
“La Barcelona incómoda”. Jornadas de debate sobre memoria y espacio público
Conferencia inaugural y mesa redonda “Monumentalidad republicana en democracia”
Hora: 18.00 h
La Modelo
Espacio: Auditorio
Entrada por orden de llegada hasta completar el aforo
Conferència inaugural:
“Los cuerpos insoportables”
Peio H. Riaño
Mesa redonda “Monumentalidad republicana en democracia”
Las personas participantes reflexionarán sobre las reticencias ante la monumentalidad republicana que desde la Transición se confronta con un sistema político de monarquía parlamentaria. Y más concretamente, qué ha significado la estrategia de «monumentalizar la periferia» propia de la etapa olímpica en relación a la conmemoración republicana y antifranquista. El debate se centrará en la problemática marcada por un símbolo que en su historia ha resultado a la vez mitificado e incómodo: El monumento a la República.
Memorias antifranquistas. Centro-periferia
Manel Risques
El Cinco de Oros o el Monumento a nadie
Lluís Permanyer
La República de Llucmajor
Josep Pau Ferrándiz (Pepus)
Modera: Mercè Alsina.
Jornadas comisariadas por Núria Ricart.
Jueves, 7 de abril
Mural del alumnado de la Escola d’Art La Industrial
Hora: mañana
La Modelo
Espacio: muro de la calle Rosselló
No se requiere reserva de entrada
Los temas del grafiti, que previamente se habrá trabajado con el alumnado de la Escola d’Art La Industrial de Barcelona, son los exilios y las migraciones. Partiendo del exilio republicano, se representarán otras migraciones contemporáneas mediante el lenguaje del arte urbano como metodología pedagógica. Actividad promovida por el Observatorio Europeo de Memorias (EUROM, por sus siglas en inglés), de la fundación Solidaritat UB.
Viernes, 8, y sábado, 9 de abril
IAIA
Compañía Mambo Project
Hora: 18.00 y 20.00 h
La Modelo
Espacio: Auditorio
Entrada por orden de llegada hasta completar el aforo
Espectáculo documental y multidisciplinar en que el público entra en el comedor de casa de la abuela para reconstruir y revivir sus recuerdos. Se trata de un altavoz de la vida de las abuelas a través de su testimonio captado en videollamada. En la obra conviven pasado y presente para conocer y entender la historia de nuestras abuelas, marcada inevitablemente por la posguerra y el franquismo.
La propuesta escénica, en un espacio donde el público interactúa con objetos, con proyecciones y con los actores y actrices, nos evoca varios aspectos de la vida de estas abuelas: religión, familia, educación, vida social, matrimonio, etcétera. Todo ello enmarcado en la posguerra y el franquismo. Los espectadores y espectadoras podrán recorrer y revivir las difíciles condiciones de vida de aquella época, especialmente para las mujeres, ahogadas dentro de un sistema político dictatorial y misógino que relegaba su misión a la familia: su rol social empezaba y acababa en el hogar.
El espectáculo también incorpora, en paralelo, las grandes transformaciones sociales y políticas en relación con la mujer, con respecto a la consecución de derechos y libertades, que tuvieron lugar durante la Segunda República. Estos elementos permitirán al público contrastar, siempre desde la óptica de la mujer, dos periodos históricos contrapuestos: la Segunda República, un espacio de libertad y democracia, y el franquismo, un régimen opresor y profundamente machista.
Domingo, 10 de abril
Pasacalle republicano y ofrenda floral
Hora: 11.00 h
Salida de la plaza Virrei Amat
Pasacalle con salida de la plaza del Virrei Amat en dirección a la plaza de la República. Se hará una parada en la esquina de la calle de Alloza para hacer una ofrenda floral, y también se hará una ofrenda en el Pla de las Madres de la Plaza de Mayo. Y se hará una nueva parada con ofrenda al monumento La República, en la plaza del mismo nombre. El pasacalle acabará el recorrido en los jardines de Llucmajor, donde tendrá lugar un acto lúdico-musical y una ofrenda de flores a las luchadoras y los luchadores por la República.
Organizada por la Mesa de Nou Barris por la República.
Descárgate las biografías
Natividad Yarza Planas (Valladolid, 24 de diciembre de 1872 – Toulouse, 1960) fue maestra, republicana, feminista, laicista y la primera alcaldesa de Cataluña y de España elegida por sufragio universal.
Nacida en Valladolid, pero criada en Barcelona, Natividad Yarza creía en la cultura y en todo su potencial liberador. Por eso, entre los años 1904 y 1905 decidió estudiar magisterio en la Escuela Normal de Maestros oscense y, un año más tarde, empezó a ejercer en varias escuelas rurales de Aragón y Cataluña. En junio de 1930 fue nombrada maestra en propiedad de la escuela de Bellprat (Anoia).
Yarza se dedicó a la política tanto desde las aulas como desde su activismo fuera de ellas, y luchó e intentó transmitir sus valores, basados en el republicanismo, el feminismo y el laicismo. Pero, al llegar la Segunda República en abril de 1931 y, con ella, las corrientes democráticas y la igualdad entre hombres y mujeres, empezó a actuar.
Al principio lo hizo desde el Instituto Laico Benéfico, de cuyo consejo consultivo fue elegida secretaria y de donde, más adelante, fue elegida para la junta directiva, en el círculo del Partido Republicano Radical Socialista. También presidió la Comisión Gestora de Bellprat tras la modificación de la ley electoral en 1933.
Paralelamente, en 1931 impulsó, desde Barcelona y junto con otras activistas, la Asociación Femenina Republicana Victoria Kent con la finalidad de promover el feminismo en beneficio de la República y animando a las mujeres a colaborar y participar en ella y a tomar conciencia de la política, de la cual habían sido relegadas, para poder llevar a cabo su obra revolucionaria.
A finales de 1933 encabezó la candidatura de Esquerra Republicana de Cataluña en Bellprat con motivo de las elecciones municipales. Así, el 14 de enero de 1934, llegó a la alcaldía de Bellprat y se convirtió en la primera mujer alcaldesa elegida por sufragio universal de toda Cataluña y de todo el Estado. Para Natividad Yarza, fue el día más bonito de su vida.
Por todo esto, el 12 de febrero fue distinguida, por el presidente Lluís Companys, en una recepción en el Palau de la Generalitat como única mujer con cargo.
Con el estallido de la Guerra Civil Española (julio de 1936), debido al golpe de Estado franquista, Yarza, rebelde y comprometida, no dudó en defender la República y los valores democráticos, tanto desde el frente de Aragón, al que no dudó en alistarse aunque tenía ya 63 años, como desde las aulas, ante la necesidad de nuevos maestros para dar cabida a los miles de niños y niñas refugiados que llegaban a Barcelona procedentes de otras zonas de guerra.
Con la victoria franquista tuvo que marcharse al exilio y fue a parar a Toulouse, donde sobrevivió gracias a la ayuda de la asociación Spanish Refugee Aid.
En 1940 la Comisión Depuradora de Magisterio le dio a Natividad Yarza Planas la baja definitiva como maestra.
Años más tarde, en un intento de regresar a Barcelona, tuvo que dejar las maletas en el tren para escapar otra vez de los franquistas.
El 16 de febrero de 1960, a la edad de 87 años, falleció en Toulouse.
Frederica Montseny Mañé (Madrid, 12 de febrero de 1905 – Toulouse, 14 de enero de 1994) fue escritora, oradora, periodista, filósofa, política, militante anarcosindicalista y la primera mujer ministra del Estado, ya que se puso al mando del Ministerio de Sanidad y Asistencia Social. Desde todos los espacios se convirtió en abanderada de la lucha social y en una firme defensora de los derechos de las mujeres.
Era hija de los anarquistas intelectuales catalanes Teresa Mañé Miravet y Joan Montseny Carret, también conocidos con los seudónimos de Soledad Gustavo y Federico Urales, quienes le dieron una educación libertaria y progresista que marcó su talante como activista, política y escritora.
Con 15 años escribió su primera novela y ya no paró de escribir, tanto novelas, relatos breves y ensayos como artículos en la prensa libertaria. A través de la escritura transmitía las ideas anarquistas con el objetivo de llegar a las clases populares y planteaba temas sobre la liberación de las mujeres o la represión.
Su talento literario y como oradora, además de su fuerza, inteligencia y profesionalidad como militante teórica en la Confederación Nacional del Trabajo (CNT), la llevaron por todo el Estado para levantar la voz en su activismo político mediante mítines y conferencias.
Con el golpe de Estado franquista y el inicio de la Guerra Civil (18 de julio de 1939), Frederica se entregó a la revolución anarquista e ingresó en la Federación Anarquista Ibérica (FAI) y colaboró con el Comité Central de Milicias Antifascistas.
En este sentido, su objetivo era seguir con la revolución social contra el Estado y el capital en defensa de la Segunda República, pero, cuando el presidente de la República le propuso entrar en el Gobierno para unir a las principales fuerzas antifascistas, no pudo negarse. Así, pese a las críticas, Frederica Montseny se hizo cargo del nuevo Ministerio de Sanidad y Asistencia Social (4 de noviembre de 1936 – 17 de mayo de 1937) y se convirtió en la primera ministra del Estado. En ese breve periodo de tiempo, Montseny aplicó o intentó aplicar una serie de medidas reformistas que fueron revolucionarias, como el anteproyecto de la ley de aborto, las medidas de protección a niñas y niños refugiados por la guerra, el control epidémico y las campañas de vacunación, o los comedores para embarazadas.
En enero de 1939 toda la familia partió al exilio francés para huir de las tropas franquistas. Frederica Montseny siguió con el activismo y se incorporó al Servicio de Evacuación de Refugiados Españoles (SERE), donde colaboró embarcando a los refugiados que corrían más peligro.
Con el estallido de la Segunda Guerra Mundial la familia tuvo que volver a huir, esta vez de las tropas nazis, pero fueron localizados y detenidos (1941) por una reclamación de extradición del Gobierno franquista, y Montseny fue encarcelada en Limoges (1942). En ese momento estaba embarazada de su tercera hija, hecho que la salvó de una muerte segura amparada por una ley francesa. Tras breves estancias en varias prisiones y ya terminada la guerra, se estableció finalmente en Toulouse.
Desde el exilio continuó rebelde y comprometida con su trabajo y su lucha sindical en la CNT, escribiendo, publicando y dirigiendo periódicos anarquistas (Espoir) y difundiendo sus ideas, también en Barcelona, cuando regresó en 1977 y se opuso firmemente al nuevo sistema político constitucional español que se había instaurado y promovió la recuperación de la memoria republicana y anarquista.
Falleció el 14 de enero de 1994, a la edad de 88 años, en Toulouse.
Neus Català Pallejà (Els Guiamets, 6 de octubre de 1915 – 13 de abril de 2019) fue una campesina, enfermera, antifascista y militante comunista afiliada a las JSUC y al PSUC. Desde el exilio colaboró con la Resistencia francesa, por lo que fue deportada a los campos de Ravensbrück y Flossenbürg. Sobrevivió y continuó en la lucha antifranquista y por la memoria histórica y democrática.
Hija de la comarca de El Priorat, se crio en un entorno rural y aprendió de todas las tareas de la vida del campo, de la escuela, de la coral, del teatro y de lo que le explicaba su padre, a quien atribuyó sus ansias de conocimiento, las ideas comunistas y la concienciación social, política y revolucionaria.
Vivió la Segunda República española (1931-1939) en plena juventud y eso le permitió cumplir sus objetivos de dejar el trabajo de su casa para ir a trabajar a la cooperativa del pueblo, para poder disfrutar de las actividades culturales, costearse los estudios de enfermería y dedicarse a la política.
Con el golpe de Estado franquista del 18 de julio de 1936 y el inicio de la Guerra Civil, Neus Català, junto con otros jóvenes del pueblo de ideología comunista, organizaron las Juventudes Socialistas Unificadas para ayudar a la República. Pero eso no fue suficiente. Así que, con la idea de acudir al frente a curar heridos, en 1937 se dirigió a Barcelona para terminar el último curso de enfermería. Trabajó en la retaguardia en Premià de Dalt, realizando tareas desde su grado de teniente y cuidando a cerca de doscientos niños y niñas de la colonia Las Acacias, que la guerra había dejado huérfanos. Con ellos se tuvo que irse al exilio por la frontera de El Pertús, obligados a huir por el avance de las tropas franquistas.
Allí se topó con la Segunda Guerra Mundial (1939-1945), de modo que prosiguió la lucha y se incorporó a la Resistencia. En este activismo clandestino conoció a Albert Roger, que se convirtió en su marido, pero ambos fueron detenidos en 1943 al ser delatados a las autoridades nazis. Català fue trasladada a una comandancia de la Dordoña, donde la interrogaron; más tarde, llegó a una prisión en Limoges donde fue torturada y, después, al campo de tráfico e internamiento de Compiègne. Allí fue la última vez que vio su marido.
En 1944 la deportaron al campo de concentración de Ravensbrück, condenada a trabajos forzados, frío, hambre, suciedad, castigos, torturas de todo tipo y muerte, igual que el otro campo al que la deportaron, el de Holleischen. En este campo tenía que trabajarse sin descanso en una fábrica de balas antiaéreas, pero Català y su equipo encontraron una nueva forma de resistencia al sabotear el armamento nazi. El denominado comando de las gandulas inutilizó unos diez millones de balas en diez meses. El 5 de mayo de 1945 el campo fue liberado por las fuerzas aliadas, y el 8 de mayo pudo salir de él.
Sin poder regresar a su país porque aquí el fascismo sí había triunfado, con Franco al frente, tuvo que volver a Francia. Desde allí, clandestinamente, prosiguió, rebelde y comprometida, con su lucha antifranquista junto con su segundo marido, el también activista y comunista Félix Sancho, con quien tuvo dos hijos, Margarita y Lluís. Fue una de las fundadoras del Amical de Mauthausen y otros campos y, más adelante, del de Ravensbrück. Trabajó y participó políticamente desde el antifascismo y defendiendo sus ideas comunistas, buscando la verdad, la justicia y la reparación, recuperando la memoria y luchando contra el olvido, especialmente el de las mujeres.
Falleció en el lugar donde nació, el 13 de abril de 2019, con 103 años.
Sara Berenguer Laosa (Barcelona, 1 de enero de 1919 – Montadin, 8 de junio de 2010) fue una militante anarcosindicalista y feminista libertaria que ocupó varios cargos en varias organizaciones, que alternó con su colaboración como maestra. Desde el exilio continuó su activismo político desde la Resistencia francesa.
Nacida en Barcelona, era la mayor de cinco hermanos de una modesta familia de clase trabajadora. Por ese motivo tuvo que dejar la escuela, para colaborar con el duro trabajo doméstico. Más adelante, sin embargo, influenciada y sensibilizada por su padre sobre el anarquismo, la lucha de clases y la solidaridad con los más desfavorecidos, decidió ir a trabajar, primero de carnicera y después en talleres de costura, lo cual le permitió independizarse con 17 años.
Toda la esperanza que tenía en esta cotidianidad de la paz y de la democracia la puso en defensa de la República y al servicio de la revolución y de la militancia ante el levantamiento militar franquista del 19 de julio de 1936.
Vista la situación, aprendió inmediatamente a cargar y descargar un fusil, se incorporó a la secretaría del Comité Revolucionario CNT-FAI y empezó a formarse para mejorar sus tareas. También participó activamente en el comité regional de Cataluña del sindicato de las Industrias de la Edificación, Madera y Decoración (CNT-AIT) y ocupo cargos de responsabilidad en el comité local de la Federación Ibérica de Juventudes Libertarias y en el secretariado del Ateneo Libertario, donde ejercía de maestra de los niños de la calle. En 1938 también se afilió a las Juventudes Libertarias y a las Mujeres Libres con el objetivo de luchar contra la ignorancia y ofrecer conocimientos, confianza y personalidad a las mujeres para poder construirse y defenderse a sí mismas.
El 24 enero de 1939, con la entrada inminente de las tropas fascistas en Barcelona, se unió a otros combatientes para cruzar la frontera. Desde el exilio se incorporó a la secretaría de la Sección del Combatiente de Solidaridad Internacional Antifascista (SIA) en Perpiñán y se reunió con su compañero de vida, Jesús Guillén Bertolín (en Francia también se la conoce como Sara Guillén), con quien tuvo cuatro hijos.
Rebelde y comprometida, su compromiso militante permaneció intacto, sobre todo, mediante colaboraciones en la prensa libertaria, en varias antologías poéticas y en otras obras literarias e historiográficas, con el objetivo de recuperar la memoria histórica.
Su casa estuvo siempre abierta a los exiliados españoles y a los grupos libertarios que entraban y salían clandestinamente del Estado español, y siguió teniendo una gran actividad hasta los últimos días.
Falleció el 8 de junio de 2010 en Montadin.
Maria Salvo Iborra (Sabadell, 27 de mayo de 1920 – Barcelona, 16 de noviembre de 2020) tenía 16 años cuando empezó la guerra. Enseguida se afilió a la UGT y a las Juventudes Socialistas Unificadas de Cataluña. En las postrimerías de la guerra se exilió en Francia, donde pasó nueve meses en varios campos de refugiados del noroeste. Forzada a volver a España por las autoridades francesas, se mantuvo activa en la lucha clandestina, cosa que la llevó a ser privada de libertad en varias prisiones franquistas. Fue cofundadora de la asociación Les Dones del 36.
Sabadellense hija de un carpintero y de una sirvienta, a los 7 años se trasladó con su familia a vivir a Barcelona, donde se instalaron en una portería del barrio de L’Eixample. Con 13 años ya había aprendido el oficio y trabajaba como portera.
En 1935 empezó a frecuentar los centros de Esquerra Republicana de Cataluña (ERC), pero, por influencia de la pareja de su hermano, ingresó a las Juventudes Socialistas Unificadas de Cataluña (JSUC).
En julio de 1936, al estallar la Guerra Civil Española, militaba en la Unión General de Trabajadores (UGT) y trabajaba en un taller de ropa que habían colectivizado la UGT y la CNT (Confederación Nacional del Trabajo). Dos años más tarde, en 1938, se hizo cargo, como secretaria de Propaganda, del Comité de Barcelona de las JSUC. Durante los tres años que duró el conflicto armado, participó activamente en la defensa de la República.
El 29 de enero de 1939 se fue al exilio francés, pero fue encarcelada en los campos de concentración de Le Pouliguen y Moisdon-la-Rivière, en la Bretaña. Consiguió salir, pero solo para dirigirse a la España franquista cuando fue entregada a la Guardia Civil, en Bilbao.
En 1941 la detuvieron en Madrid por actividades clandestinas, ya que actuaba como enlace con la Resistencia, y la encerraron en una celda de aislamiento de la prisión de Les Corts de Barcelona. Tenía 21 años, y debido a las torturas que sufrió, perdió para siempre la capacidad de ser madre de forma natural.
Dos años más tarde, en 1943, la trasladaron a Zaragoza, a la prisión de Predicadores, y posteriormente a Madrid, a la prisión de mujeres de Ventas. En 1946, el tribunal militar la condenó a treinta años de prisión, que pasó en la prisión de Segovia y en la de Alcalá de Henares.
En 1957 fue liberada y desterrada a Santander. Sin embargo, regresó clandestinamente a Barcelona, donde siguió, rebelde y comprometida, con su activismo político y luchando por la causa militando en el PSUC y en el movimiento feminista.
Una vez fallecido Franco, fue presidenta de la Asociación Catalana de Ex-presos Políticos del Franquismo y fundadora, en 1997, de la asociación Les Dones del 36.
Tenía 100 años cuando falleció en Barcelona, el 16 de noviembre de 2020.
Montserrat Roig Fransitorra (Barcelona, 13 de junio de 1946 – 10 de noviembre de 1991). Licenciada en Filosofía y Letras, fue exponente de la mujer emancipada en las postrimerías del franquismo. Escritora de una extensa obra literaria en catalán, fue también directora y presentadora de programas de televisión. Comprometida con el feminismo, en su trabajo ponía a las mujeres en el centro. Con su compromiso antifranquista, contribuyó enormemente a recuperar la memoria republicana, con libros como Los catalanes en los campos nazis.
Nacida en el seno de una familia burguesa liberal barcelonesa, era hija de un abogado y de una filóloga, ambos escritores, y la sexta de siete hermanos.
En 1961 ingresó en la Escuela de Arte Dramático Adrià Gual de Barcelona, donde conoció a Maria Aurèlia Capmany, con quien forjó una gran amistad y compartió grandes proyectos profesionales. Sin embargo, en 1963 empezó Filosofía y Letras en la Universidad de Barcelona, donde se licenció en 1968 y se doctoró el 1970.
Durante este periodo, última etapa de la dictadura, consolidó su activismo político mediante la participación en los movimientos de protesta estudiantiles y desde la militancia. Fue miembro de Universidad Popular (UP) y, cuando se disolvió y ella terminó la carrera, se afilió al Partido Socialista Unificado de Cataluña (PSUC).
Participó y vivió de primera mano acontecimientos históricos de la lucha antifranquista como la Caputxinada (1966), la asamblea constituyente del Sindicato Democrático de Estudiantes de la Universidad de Barcelona (SDEUB), y el encierro de 250 intelectuales en la abadía de Montserrat (1970), de donde surgió la Asamblea Permanente de Intelectuales Catalanes.
También en esa etapa de estudiante fue cuando se casó con uno de los dirigentes del SDEUB, Albert Puigdomènech, con quien tuvo a su primer hijo (Roger) y de quien se separó en 1970. En ese mismo año abandonó el PSUC, aunque volvería a afiliarse más adelante. Fue entonces (1972) cuando conoció al director de la revista Trabajo, del PSUC, Joaquim Sampere Carreras, que se convirtió en su segundo marido y padre de su segundo hijo (Jordi). En 1976 formó parte de la junta del Ateneo Barcelonés.
A partir de 1971, al ganar el Premio Víctor Català con Molta roba i poc sabó… i tan neta que la volen, empezó profesionalmente su prolífica trayectoria como escritora y periodista. Rebelde y comprometida en desde todas las vertientes, tanto desde la palabra escrita como desde la palabra oral, dejó patente su ideología y su lucha en el feminismo y el antifranquismo. Como ejemplo de novelas en las que situaba en el centro a las mujeres y el feminismo, encontramos Ramona, adiós (1972) o Tiempo de cerezas (1976), por la que obtuvo el Premio Sant Jordi, La hora violeta (1980) o El feminismo (1984). Aunque también quedó plasmado en obras como Los catalanes en los campos nazis (1977), donde ofrecía el testimonio de víctimas del franquismo y del nazismo, con el objetivo de recuperar la memoria histórica y republicana y la historia silenciada de las mujeres. El rigor y el eco de esta última obra la llevó a escribir Mi viaje al bloqueo (1982) y La aguja dorada (1985), Premio Nacional de Literatura Catalana, donde relataba el asedio que sufrió Leningrado (San Petersburgo) por parte de los nazis durante la Segunda Guerra Mundial.
Además de la Unión Soviética, viajó también a Cuba, Italia, Hungría, Glasgow, Bristol y Phoenix (EE. UU.), por placer, por trabajo o para asistir a clases o impartirlas ella misma.
En 1977 entró como periodista en TV2, donde empezó a realizar un programa de entrevistas (Personatges), que tuvo mucho éxito, a pesar de la censura que recibió, y que también trasladó a la obra escrita.
Montserrat Roig Fransitorra nos dejó un gran legado que comprende novelas, cuentos, ensayos, teatro, reportajes y artículos periodísticos en varias revistas y periódicos, además de su compromiso con la democracia y su espíritu combativo.
Falleció en Barcelona el 10 de noviembre de 1991, a los 45 años.