Patatas, aceitunas y gildas: los imprescindibles del aperitivo en los mercados de Barcelona
Pocas costumbres gastronómicas están tan arraigadas a la cultura mediterránea como el aperitivo. La simple acción de reunirse antes de la comida para compartir un poco de comida y bebida es una costumbre muy popular en España, Italia, Francia y otros países mediterráneos. Hoy, con motivo del Día Internacional del Aperitivo, ¡es una buena ocasión para reivindicar esta tradición!
La palabra ‘aperitivo’ proviene del latín aperitivus, que significa “que tiende a abrir”, y refleja exactamente su finalidad: despertar el apetito antes de la comida. La idea del aperitivo ya aparecía en la antigua Grecia, en el siglo V a.C., donde el médico Hipócrates recomendaba una bebida alcohólica amarga a base de vino, ajenjo y otras hierbas para estimular el apetito antes de las comidas.
La versión moderna del vermut se atribuye al destilador italiano Antonio Benedetto Carpano, que en 1786 en Turín creó una receta que acabaría convirtiéndose en un clásico. Con los años, la bebida llegó a España, donde se consolidó y se convirtió en una costumbre muy arraigada: los trabajadores reservaban un rato al mediodía para tomarse un vermut y hacer una pausa en el trabajo.
Aunque al principio no era habitual, hoy no podemos imaginarnos la hora del vermut sin una degustación de comida que lo acompañe. Aunque sea en pequeños bocados, rápidamente nos vienen a la cabeza las patatas chips o bravas, las aceitunas, las gildas, los berberechos o las croquetas. El vermut ofrece muchas posibilidades para combinar sabores, pero hay algunos que no pueden faltar, ¡porque son clásicos!
En el mercado de La Boqueria, Mari Carme Pujadó, propietaria de Olives Mari Carme, nos explica qué no puede faltar a la hora de hacer un vermut: “un buen aperitivo debe tener aceitunas, patatas chips y berberechos”. Las aceitunas son el producto estrella de su parada, ¡y es que tiene unas 20 variedades disponibles! “Las que más se venden son las clásicas, las negras de Aragón, la sevillana con hueso natural, o la adobada con ajo”, nos comenta.

Pero no son el único clásico: las gildas, un pequeño pincho que generalmente combina aceitunas, piparra vasca y anchoas o boquerones, también son muy típicas en Barcelona. “De los pinchos disponibles, es de los que más se venden”, añade Mari Carme.

Hoy es la ocasión perfecta para celebrar la tradición culinaria del territorio y disfrutar de los sabores auténticos en compañía de familia o amigos. La cultura de la tapa es uno de los elementos que hace única nuestra gastronomía, ¡y qué mejor manera de celebrarlo que con un vermut en los bares y restaurantes de los mercados de Barcelona!
