EL JUEGO LIBRE

Desde la Enxaneta creemos en la relevancia del juego libre como base del aprendizaje. Creemos en los aprendizajes significativos y vivenciales de los niños, donde el conocimiento aparece desde sus propios intereses, a través de los materiales y objetos con los que interactúan. Así pues, el contenido y la estética de los diferentes espacios es muy importante para nosotras, las educadoras. Cada rincón y cada material está pensado para atender y poder satisfacer las necesidades evolutivas en que se encuentra cada niño y cada niña. Tienen que poder provocar el interés y la curiosidad natural de los niños, motivándolos para crear situaciones de juego donde elaboren conocimiento por ellos mismos.
Como que el conocimiento nace de sus intereses, es necesaria la observación de las educadoras para prever aquello que necesitan. Nosotros observamos las necesidades que puedan surgir, para tenerlas en cuenta, para poder dar nuevos recursos si son necesarios, y para variar el material a medida que lo necesiten.
El/la protagonista del juego es totalmente el niño o la niña, puesto que ellos deciden libremente qué material quieren usar y cómo lo usarán en cada momento, aumentando, de este modo, su autonomía y fomentando una concepción de autoimagen positiva de uno mismo. A través de la observación directa, nosotros podemos ir descubriendo cómo desarrollan estrategias, cuáles son sus preferencias, como va evolucionando este juego libre, pasando de un juego más manipulativo (tocar, llenar, vaciar, apilar...) a otro más elaborado y simbólico. Así irán aprendiendo a verbalizar sus ideas y emociones, a representar situaciones cotidianas o vivencias, preocupaciones y temores.
Merece la pena recordar, que no se los hacen falta muchos juguetes. La creatividad surge a partir de su imaginación, de otorgar a diferentes materiales, calidades que no son las originales.
El juego libre es un derecho de la infancia, y a través de él no sólo exploran el espacio, también se descubren a sí mismos y las relaciones con los iguales. En esta etapa de la escuela, el juego es más individual, pero van apareciendo momentos de interacción con los compañeros y compañeras que serán la base para establecer relaciones, vínculos con los iguales, la socialización.
 

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