Uno de los espacios singulares de nuestra escuela es el taller. Se trata de una pequeña sala en la que ofrecemos propuestas muy diversas surgidas a partir de la observación de los niños y de sus juegos. A medida que va avanzando el curso se van modificando las presentaciones y los materiales. La iniciamos con elementos naturales hasta llegar a sesiones con elementos más plásticos.
El motor de estas actividades siempre es el juego libre de los niños: se trata de propuestas muy abiertas donde las diversas características de los materiales y sus múltiples combinaciones favorecen la creatividad. Cada niño escoge y juega libremente con el material que más le interesa. Del resultado de estas combinaciones, los niños también pueden adentrarse en el universo del juego simbólico.
En el segundo trimestre, por ejemplo, programamos el taller de luces. Un retroproyector y dos mesas de luz como base de la propuesta y un montón de material inespecífico presentado. Actualmente, combinamos el juego de luz y sombras con materiales nobles como la madera u otros elementos naturales que resultan muy estimulantes y favorecen la exploración, la experimentación, la posibilidad de hacer y deshacer, de probar ... El ambiente estéticamente cuidado de la propuesta aporta al juego el elemento de descubrimiento y un toque de magia por la atmósfera creada.
Los niños investigan las propiedades de la luz y el color. A menudo vemos un niño maravillarse por las sombras o los diferentes efectos de la luz sobre los objetos.
A partir de la observación, hacemos evolucionar la propuesta en función de las respuestas e interacciones de los niños. Hay infinitas posibilidades de combinación y todas serán válidas en este proceso abierto de aprendizaje.
