El tiempo que dedicamos al rato de la comida es importante vivirlo de una manera relajada y tranquila , convirtiéndose en un contexto comunicativo de participación conjunta y de diálogo entre la educadora y el niño.
Es un momento donde se establece una relación entre el niño y el adulto muy íntima, en un inicio este vínculo pasa por el contacto , los gesto y la mirada y se convierte más adelante, una relación de comunicación y lenguaje donde también interactúan los demás compañeros del grupo.
La relación con el niño , se construye durante los cuidados individuales ( cambio de pañales , la comida, lavar la cara , las manos ... ) Sólo cuando el niño / a está satisfecho, con un trato amoroso y atento por parte de la madre , el padre o la educadora , sólo entonces el niño pequeño se moverá y explorará el mundo con alegría.
Emmi Pikler
