JUDAÍSMO | Yom Kipur

En hebreo, Yom Kipur significa literalmente “día de la expiación” y es una de las fiestas más importantes del calendario judío. Cae en el décimo día del mes de tishréi, es decir, nueve días después del Rosh Hashaná. Su observancia se ordena hasta tres veces en la Torá.

Aunque se acepta hablar de festividad, el carácter del Yom Kipur no es del todo festivo o alegre, sino más bien conmemorativo y solemne. Se trata de un día de ayuno en el que se practican la austeridad, la reflexión, el arrepentimiento y, sobre todo, el perdón. El Yom Kipur recuerda el día en el que Dios perdonó al pueblo judío por idolatrar al becerro de oro y obsequió misericordiosamente a Moisés con una nueva ley. Solo en este sentido se permite hablar propiamente del Yom Kipur como una festividad.

El Yom Kipur es uno de los días en los que más se reza de todo el año y en el que más se llenan las sinagogas. Se leen poemas religiosos (piyyutim), textos confesionales (vidui) y oraciones de arrepentimiento (selihot), y se presta una especial atención a la lectura del Libro de Jonás.

 

SIMBOLISMO DEL YOM KIPUR

El perdón de las faltas es también la restauración de la armonía y la cohesión social. Por este motivo, el Yom Kipur también constituye una festividad que refuerza conscientemente la identidad de grupo del pueblo judío.

Aquí, el perdón se considera una purificación. Según la tradición judía, el ayuno y la ascesis durante el Yom Kipur son una expresión del desprendimiento de todo aquello mundanal y superfluo que facilita, al mismo tiempo, el recuerdo (zakor) de nuestra naturaleza original. Maimónides señalaba que una de las bondades del ayuno es precisamente fomentar la concentración y evitar todo aquello que nos distrae de lo esencial.

Las personas judías creen que el perdón de los pecados asegura la prosperidad espiritual de la persona y una mejora de su destino. Por eso, el Yom Kipur se presenta como el final del ciclo de diez días iniciado con el Rosh ha-Shaná, que es cuando, según la tradición, Dios creó al ser humano