“Rumanía Flashback” formó parte del programa Europa 25, un ciclo de cinco exposiciones, que el Ayuntamiento de Barcelona propuso a la ciudad con motivo del 25º aniversario de la caída del muro de Berlín, un acontecimiento que en 1989 cambió la historia de Europa. Con la voluntad de promover el conocimiento de aquellos hechos, y desde la perspectiva que aportan 25 años de distancia, el periodista Martí Anglada coordinó diversos actos con los que se explicaba el modo en que se produjeron aquellos acontecimientos y cómo cambiaron la vida de muchos europeos.
Exposición presente en el Castillo de Montjuïc desde el 1 de octubre de 2014 al 11 de enero de 2015, estructurada en torno a las obras de los fotógrafos Florin Andreescu y Andrei Pandele, que ofrecen un retrato de la sociedad rumana durante los últimos años de la dictadura de Nicolae Ceauşescu a partir de diversas escenas de la vida cotidiana, así como imágenes de los acontecimientos de la revolución de diciembre de 1989.
Hace 25 años, en 1989, con la caída del muro de Berlín, la Unión Soviética empezó a avanzar hacia su desmembramiento (1991). Los pueblos de Europa central y oriental dominados por el sistema comunista soviético emprendieron su proceso de liberación respecto a un Estado democrático. En este contexto, la sociedad rumana se sublevó contra la dictadura de la República Socialista de Rumanía. La situación en el país apuntaba hacia un final de régimen más traumático que el del resto de satélites de la Unión Soviética, y con menos posibilidades de hacer una transición pactada hacia a unas elecciones libres y una nueva fase democrática. La revolución contra la dictadura de Nicolae Ceauşescu, iniciada en la ciudad de Timişoara el 16 de diciembre de 1989, culminó el 22 de diciembre con la detención de Ceauşescu y de su mujer Elena, ambos ejecutados tres días después, precisamente el día de Navidad de 1989. El gobierno despótico de Ceauşescu y su clan familiar fue el único que, en su caída, respondió con violencia contra la población, causando más de un millar de muertos durante la revolución y hasta la consolidación del nuevo gobierno democrático.
La muestra presenta una selección de la documentación visual generada durante los últimos años del régimen. Desde la clandestinidad, y esquivando el control de la Securitate –la policía secreta de la dictadura, famosa por su brutalidad–, los fotógrafos rumanos Andrei Pandele y Florin Andreescu capturaron, por una parte, la cotidianidad de una sociedad empobrecida durante los últimos de años de la dictadura, y, por la otra, la emotividad y el dramatismo de la revolución popular de diciembre de 1989 –que culminaría con la detención, condena y ejecución de Nicolae Ceauşescu y de su mujer.