52 centros cívicos con propuestas culturales que no te puedes perder!

52 centros cívicos con propuestas culturales que no te puedes perder!

¿Conoces el CC Guinardó?

CC Guinardó
1982 - 2022
  • Divulgació

Hacemos memoria de los primeros equipamentos de la Xarxa de Centres Cívics de Barcelona

El primer centro cívico de Barcelona
De vida agitada, el edificio que ocupa el CC Guinardó ha sido una masía y un vivero de jardinería y ha albergado, en distintos momentos, diferentes instalaciones deportivas, como un canódromo, una piscina o campos de fútbol. En el año 1982, sin embargo, se convirtió en el primer Centre Cívic de la ciudad, cuando todavía muy poca gente sabía en qué consistían exactamente este tipo de equipamientos. Hoy acoge algunas de las propuestas culturales más conocidas de la ciudad, como la Muestra de Arte Joven Stripart.

 


 

La casa de Claudi Planàs
El edificio que hoy alberga el CC Guinardó es una antigua masía que se conocía con el nombre de Can Planàs o Can Planes y, anteriormente, Can Melis o Can Molins.
Con una fachada de estilo tradicional, con balconadas y planta rectangular, la casa tiene tres pisos, incluyendo la buhardilla. El artesonado de la planta baja y las vidrieras que dan luz a la escalera son modernistas.
Hacia 1870, Claudi Planàs i Armet, que fue director de la Companyia de Ferrocarril de Tarragona a Barcelona i de França, compró la propiedad, que tenía entonces unos 70.000 metros cuadrados. El inmueble, sin embargo, no reunía las condiciones como para vivir en él cómodamente y Planàs prefirió construir una casa no demasiado lejos, Can Mascaró, donde vivió desde el año 1910 hasta su muerte, en 1914.

 
Una liebre eléctrica
La finca, que fue pasando de padres a hijos, se utilizó como vivero de jardinería.
Pero, hacia 1930, la sociedad Parques y Canódromos alquiló la propiedad y construyó allí un canódromo y una piscina situada junto a la avenida Mare de Déu de Montserrat. Primero abrió la piscina, que comenzó a funcionar en 1931 y era de lujo: no solo tenía parte del suelo de cristal, sino que también poseía una iluminación que, según se cuenta, cambiaba de color. La entrada dominical costaba diez pesetas, un precio bastante elevado para esa época.
El Canòdrom Club de Catalunya o Canòdrom del Guinardó, como era más conocido, funcionó de 1934 a 1936 y fue muy popular entre los barceloneses, en parte gracias a la buena comunicación en transporte público que había desde el centro de la ciudad y la plaza de Lesseps.
Aquel fue el primer canódromo que los barceloneses vieron con una liebre de reclamo que funcionaba con energía eléctrica.

 
De escuela a Centro Cívico
Durante la Guerra Civil, la propiedad fue ocupada por milicianos y por un equipo de bomberos y, durante el curso 1937-1938, funcionó como escuela.
Acabada la guerra, y con la finca ocupada por la Falange, el canódromo no reanudó su actividad y terminó convirtiéndose en el Campo de Deportes del Frente de Juventudes, que había alquilado las instalaciones.
Años más tarde, la zona deportiva se transformó en el Camp d’Esports del Guinardó, en el que todavía juega el F. C. Martinenc.
Los hermanos Planàs Fernández recuperaron la propiedad en 1966, pero en 1978 el Ayuntamiento expropió la finca. Cuatro años después, el 19 de junio de 1982, el antiguo Can Melis se convirtió en el primer Centro Cívico de toda Barcelona.

 
Creación multidisciplinaria
Hoy, el Centro Cívico Guinardó programa exposiciones y organiza todo tipo de talleres y actividades relacionadas con campos como el de las nuevas tecnologías, la ciencia, las artes escénicas y la creación artística y musical.
El centro también cuenta con un espacio, el Raconet, dedicado a la divulgación de los recursos que ofrece la cultura digital, el programa Guinardó Crea, que pretende facilitar las herramientas y los contactos para fomentar una creación artística multidisciplinaria, y un espacio, el Aula 141, en la que se realizan charlas y talleres que relacionan la ciencia y el arte.
Sin embargo, una de las propuestas culturales más conocidas en toda Barcelona es la Muestra de Arte Joven Stripart, que nació en 1995 y que, durante el mes de julio, convierte el centro en un punto de encuentro de artistas emergentes barceloneses en el que confluyen los formatos más diversos.

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