El informe final de la comisión de trabajo Barrios educadores: expansión comunitaria, del Consejo Educativo Municipal de Barcelona (CEMB), propone ampliar la apertura de los centros educativos al conjunto de la comunidad, así como dotar de contenido el espacio público para ampliar el espacio educativo.
La comisión, formada por profesionales de toda la comunidad educativa, realizó varias sesiones durante el curso 2020-2021, en las que se constató que progresivamente se está diluyendo la concepción que limita el fenómeno educativo solo a lo que tiene lugar puertas adentro de las instituciones escolares.
De esta manera, se considera que el futuro de la educación requiere conectar los proyectos educativos de centro con proyectos educativos comunitarios de más alcance, fomentando la coordinación entre los agentes a través de redes educativas y convirtiendo los centros en verdaderos equipamientos educativos de la comunidad y para la comunidad.
Ahora bien, dificultades como una normativa restrictiva sobre la responsabilidad jurídica de los centros fuera del horario lectivo o la falta de recursos para la contratación de personal de conserjería o para la dinamización de los espacios socioeducativos obstaculizan estos objetivos. Por eso el informe solicita un acuerdo interinstitucional que dote a los centros de las herramientas necesarias para impulsar este cambio de mirada.
También se apuesta por rediseñar el espacio público en clave educativa y se plantea que se promueva una nueva planificación de los entornos escolares que incorpore la visión de niños, adolescentes y jóvenes a través de diferentes espacios de participación.
Entre otras propuestas incluidas en el informe, destacan las de dar continuidad al trabajo de colaboración entre equipamientos educativos y culturales de la ciudad y al uso del espacio público por parte de los centros puesto en marcha a causa de la pandemia de la COVID-19; reforzar la incorporación de figuras de enlace entre los centros y el resto de agentes que componen la comunidad educativa, o velar por que todos los niños puedan disponer de, como mínimo, una oferta de dos actividades fuera de la escuela de índole diferente, así como de actividades durante las vacaciones de verano.
