El CEMB pide garantizar la incorporación transversal de la educación emocional en la programación curricular en todas las etapas educativas

El informe final de la comisión de trabajo Educación Emocional y Salud Mental en las escuelas, del Consejo Educativo Municipal de Barcelona (CEMB), pide garantizar la incorporación transversal de la educación emocional en la programación curricular de los centros en el conjunto de las etapas educativas, desde la escola bressol hasta la educación posobligatoria, ya que se considera que el grado de despliegue actual todavía es deficiente.

La comisión de trabajo, formada por profesionales de toda la comunidad educativa, hizo varias sesiones durante el curso 2020-2021, en las que se comprobó cómo la situación generada por la pandemia de la COVID-19 ha tenido un efecto directo en la salud mental y emocional de los niños, niñas y jóvenes.

Por eso se plantea velar por la planificación, el seguimiento y la evaluación de actividades de desarrollo emocional en la labor habitual de los centros a través de su incorporación en los proyectos educativos de centro (PEC), en los proyectos curriculares de centro (PCC), en los proyectos de convivencia y en los planes de acción tutorial (PAT).

Acompañar emocionalmente a los equipos docentes

Otra propuesta relevante es la de contar con figuras de atención psicológica que puedan sostener emocionalmente a los equipos docentes. El informe concluye que los equipos docentes están asumiendo una responsabilidad creciente en la gestión emocional del alumnado, y eso repercute en una presión y estrés más elevados a la hora de desarrollar su labor ordinaria. En consecuencia, es necesario establecer programas específicos para atenderlos y acompañarlos.

También se cree que hay que reforzar los recursos de acompañamiento y apoyo emocional, especialmente en la educación infantil de primer y segundo ciclo, e impulsar mecanismos para dar respuesta de manera efectiva e integral a los problemas de conducta que se dan en los centros educativos.

Finalmente, entre otras propuestas incluidas en el informe, destacan las de seguir impulsando el despliegue de los educadores emocionales a un número más elevado de centros educativos de la ciudad, impulsar la figura del orientador educativo en los centros de educación posobligatoria, promover la digitalización de los servicios de atención a la salud mental y emocional o reforzar las estrategias de coordinación entre los diferentes servicios y recursos existentes en el territorio.

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