El CEMB propone ajustar la oferta de plazas a la realidad demográfica y repensar el mapa de zonas educativas para luchar contra la segregación escolar

El informe final de la Comisión de Trabajo de Segregación Escolar del Consejo Educativo Municipal de Barcelona (CEMB) presenta una serie de propuestas con el objetivo de luchar contra la segregación escolar y avanzar hacia la igualdad de oportunidades en el ámbito educativo. Desde un inicio, el texto deja claro que, vista la complejidad del fenómeno, resulta primordial que se utilicen todos los instrumentos disponibles, porque ninguno de estos instrumentos por sí solo tiene la capacidad suficiente para resolver el problema.

Lo cierto es que la sobreoferta de plazas imposibilita una distribución equilibrada del alumnado, ya que genera una concentración de vacantes en determinados centros —a menudo, los que concentran a más alumnado en situación de vulnerabilidad—. Es por eso por lo que en momentos de descenso demográfico como el actual se propone impulsar la reducción de ratios de los centros educativos en detrimento del cierre de grupos. Estas ratios se podrían limitar, según los contextos socioeconómicos y territoriales, a entre 20 y 24 alumnos.

Además, ante la realidad de que la segregación escolar es más alta que la segregación residencial, se sugiere diseñar modelos de zonificación que sean capaces de romper las dinámicas actuales en la elección de escuela. Eso comporta crear un mapa de zonas educativas que fomente la heterogeneidad social, aunque requiera romper las fronteras de distritos o barrios, siempre que se garantice una escolarización de proximidad.

Evitar la matrícula viva en los centros más segregados

Por otra parte, el informe considera que concentrar la matrícula viva en los centros segregados aumenta el grado de complejidad. En este sentido, solicita garantizar que se cierre la matrícula viva en los centros más segregados y concentrarla en otras escuelas. También apuesta por seguir mejorando la capacidad de detección de alumnado con necesidades educativas especiales de apoyo educativo e impulsar un límite en la reserva de plazas para estos alumnos para evitar que se concentren en unos centros determinados.

Entre otras medidas propuestas en el informe, destacan la de informar, asesorar y acompañar a las familias en el proceso de escolarización; la de garantizar la representación de los diferentes agentes educativos en las mesas locales de planificación educativa, y la de promocionar escuelas competentes y no competitivas, es decir, garantizar que todos los centros tienen una misma calidad educativa.

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