La comunidad educativa presenta un decálogo con los aprendizajes del curso en pandemia

Barcelona celebra 30 años del Consejo Educativo de Ciudad con una reflexión en torno a los impactos y de las experiencias pedagógicas que ha tenido este último curso escolar

La alcaldesa, que ha presidido la conmemoración, ha reclamado “no volver al pasado, si la pandemia hizo los niños y niñas víctimas, la post pandemia los tiene que hacer más protagonistas, y con ellos, en la escuela”

La celebración del trigésimo aniversario del Consejo Educativo Municipal de Barcelona (CEMB) ha sido el acto escogido por la comunidad educativa de Barcelona para detenerse un momento a reflexionar sobre el curso (entero) en pandemia, coincidiendo también con las últimas semanas de este curso escolar sin precedentes. Esta reflexión ha quedado fijada en un decálogo de aprendizajes adquiridos en que se ha presentado con toda la solemnidad y en un acto presidido por la alcaldesa, Ada Colau, en el Saló de Cent de la Ciudad, durante la celebración de los 30 años del CEMB. Un acto, con pastel incluido, al cual también ha asistido el teniente de Alcaldía de Cultura, Educación, Ciencia y Comunidad, Joan Subirats; la comisionada de Educación, Maria Truñó, y miembros del CEMB que han asistido de forma presencial, y también por vía telemática.

Colau se ha referido a este decálogo, y de rebote a la tarea hecha este curso por las escuelas, con un profundo agradecimiento. La alcaldesa ha compartido las dos imágenes que para ella muestran lo mejor y lo peor de la pandemia: Por una parte “la imagen de las UCI’s llenas, las calles vacías, y de los niños y niñas encerrados en casa. Porque en la calle no había ningún niño o niña. Hay pocas imágenes más tristes que las calles y los parques sin niños y niñas.”

Al mismo tiempo, la segunda imagen, la de la recuperación de la ciudad y la de la respuesta a la pandemia: “la de los niños y niñas llenando de vida nuestros parques y jardines, y convirtiendo la ciudad en escuela”.

La alcaldesa ha recordado que “nos empeñamos en reabrir escuelas y en mantenerlas abiertas, conscientes de la importancia primordial como espacio de protección para los niños y niñas, para los chicos y chicas de la ciudad y también para sus familias”. También ha agradecido el esfuerzo que ha hecho la comunidad educativa para hacerlo posible, y ha celebrado “el éxito rotundo” de esta decisión, que fue acompañada de la puesta a disposición de las escuelas de centenares de espacios al aire libre y en equipamientos de barrio, próximos a los centros educativos. Fruto de esta complicidad de Barcelona con la escuela y de la escuela con la ciudad, Barcelona se ha llenado de escuela, haciendo crecer los barrios educadores.

Así pues, el decálogo presentado hoy, que se ha mostrado a través de una infografía animada, invita a continuar con algunas de las experiencias que llegaron a las escuelas para combatir la pandemia, pero que han tenido un impacto positivo que ha ido mucho más allá de la propia lucha contra el virus. Experiencias que han enriquecido la calidad de la educación en muchos aspectos y que centros, alumnado, y familias quieren preservar cuando pase la pandemia:

1 La apuesta por la presencialidad en la escuela, como servicio esencial.
En Barcelona (como también se ha hecho en Cataluña y España) abrieron 875 centros educativos (contando también los de 0-3 años) y se han mantenido abiertos todo el curso, para más de 300.000 niños, niñas, adolescentes y jóvenes, y con cerca de 30.000 maestros y personal.

2 La piña de la comunidad educativa, un mérito y un éxito colectivo.
El trabajo en equipo, la corresponsabilidad y la complicidad de toda la comunidad educativa ha dado como resultado la superación de una situación altamente compleja y cargada de incertidumbres. Esta implicación colectiva ha permitido activar sustituciones de urgencia, limpieza preventiva extraordinaria, distribución y préstamo de tabletas con conexión, mejoras en la comunicación y en los sistemas de información o los recursos extras en docentes. En definitiva se han desplegado mejoras de oportunidades educativas sin precedentes.

3 La equidad educativa, una prioridad.
Los confinamientos y la pandemia han empeorado las condiciones de vida de muchos niños. niñas y adolescentes, y han evidenciado que la equidad educativa y la lucha contra la segregación escolar son prioridades imprescindibles de la agenda de la ciudad.

4 Salud integral en la escuela, y educación emocional.
La estrecha colaboración entre el mundo de la salud y el mundo escolar, con referentes de los CAP en los centros educativos ha facilitado la colaboración con la enfermería pediátrica, la salud comunitaria y los servicios y recursos de salud mental. Los impactos de la pandemia en el bienestar emocional de los niños, niñas y jóvenes, exigen prestar más atención en la educación emocional y la salud mental del alumnado.

5 Prácticas pedagógicas que han venido para quedarse.
De los grupos burbuja, en los grupos más pequeños, en la pedagogía al aire libre, o entornos de aprendizaje que combinan la virtualidad con la presencialidad.

6 La aceleración de la educación digital.
La tecnología y los entornos digitales han ocupado un nuevo lugar. Se ha invertido en dispositivos, conexiones, formación y acompañamiento digital a profesorado, alumnado y familias que lo han necesitado porque de un día por el otro, las pantallas sustituyeron las aulas los auditorios, las jornadas con público y los espacios habituales de encuentro.

7 Flexibilidad y creatividad del profesorado, para adaptarse e innovar.
La reorganización del tiempo, de las agrupaciones del alumnado, del trabajo en diferentes ambientes, han demostrado la gran capacidad de innovación y adaptación del profesorado.

8 Nuevo aprovechamiento de los espacios interiores y de los patios.
Los equipos educativos han reorganizado y transformado los ambientes educativos de los espacios interiores y exteriores, con la idea de optimizarlos al máximo. Han vaciado mobiliario excesivo, han buscado usos nuevos y más versátiles de los gimnasios, de los comedores, de los porches, de las aulas. Al mismo tiempo, en el exterior de la escuela el espacio público del entorno escolar se ha ido pacificando con el programa “Protegemos las escuelas” y con cortes puntuales del tráfico de vehículos.

9 Barrios educadores durante las horas de clase pero también en el ocio.
Cuatro de cada diez escuelas e institutos han utilizado durante todo el curso calles, plazas, parques, jardines o equipamientos de proximidad para dar clase, a través del programa “Ampliamos espacios educativos en los barrios”. Las escuelas han salido a los barrios.

10 El protagonismo de los niños niñas y adolescentes.
La buena actitud en general, la responsabilidad y una gran capacidad para adaptarse han sido una lección para las personas adultas que los han acompañado.

La apuesta del Gobierno municipal en la educación

A la reflexión sobre el curso en pandemia se le ha sumado hoy un pequeño balance de los hitos alcanzados en los últimos años por el Gobierno municipal en materia de educación: “La apuesta educativa no es nueva, en realidad es una apuesta de este gobierno municipal previa a la pandemia, pero que la pandemia creo que ha confirmado como es de acertada y de necesaria”, ha manifestado la alcaldesa que también ha insistido que “no queremos volver al pasado, si la pandemia hizo a los niños y niñas víctimas la post pandemia los tiene que hacer más protagonistas. Y con ellos, en la escuela”.

En términos presupuestarios, este compromiso por la educación se traduce en un gasto anual que roza los 200 M€ aportados directamente por el Ayuntamiento, un importe que representa que el 7% del presupuesto municipal se dedica a la educación. Y se traduce por ejemplo en el hecho de asumir costes de obras y reformas integrales de centros más allá de sus competencias, con el fin de suplir y reducir el déficit histórico de inversión de recursos públicos en la mejora y el crecimiento de la escuela pública.

Estos esfuerzos empiezan a dar algunos frutos, ya que se empieza a cambiar la tendencia, y la matrícula de alumnos en P3 en escuelas públicas de la ciudad ya es ligeramente superior a la matrícula en la concertada, de manera que se empieza a revertir la anomalía del déficit de escuela pública que sufre la ciudad de Barcelona, en dónde tan sólo 4 de cada 10 alumnos de 3 a 16 años van en la pública, cuándo al conjunto de Cataluña la media es de 7 de cada 10, y en la UE, son 8 de cada 10.

Colau también se ha referido al compromiso del Gobierno municipal por una educación “con equidad” y en este aspecto ha mencionado algunas de las medidas que ha implantado para avanzar en esta línea: la tarifación social en las escoles bressol municipales; el plan contra la segregación escolar; la implantación de nuevos perfiles profesionales en los centros (educadoras y educadores sociales y emocionales), o el refuerzo de las becas comedor.

La escuela es, por lo tanto, un motor de transformación de la ciudad, y equipamiento clave en el corazón de los barrios. Centro de otras intervenciones prioritarias a las cuales se ha referido la alcaldesa, como el plan de transformación de patios, o el proyecto “Protegemos las escuelas”, que a finales de año habrá mejorado los entornos de 101 centros, ganando el equivalente a una manzana de casas del Eixample, reduciendo carriles de circulación en 14 calles y cambiando la prioridad en favor de los peatones en 17 más, aparte de la ampliación de carriles bici.

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