Se trata del primer campo de criquet de la ciudad y ha sido una realidad gracias a la iniciativa del equipo femenino Criquet 11, que forman un grupo de chicas del Raval, Trinitat Vella, el Poble-sec, Badalona y Santa Coloma.
Este acontecimiento marca un hito importante para el deporte en Cataluña, ya que se trata del primer campo de criquet de la ciudad y de la primera liga nacional femenina que se disputa al Estado español.
La Liga Nacional Femenina de Criquet tendrá la participación de equipos provenientes de todo el Estado y se disputará íntegramente en el Campo Municipal de Criquet de Montjuïc durante cuatro fines de semana entre los meses de abril y noviembre:
- Fase I - Sábado 20 y domingo 21 de abril.
- Fase II - Sábado 1 y domingo 2 de junio.
- Fase III - Sábado 19 y domingo 20 de octubre.
- Fase IV - Sábado 16 y domingo 17 de noviembre.
Los equipos que participarán en esta primera Liga Nacional Femenina de Criquet son: Barcelona Storm, Múrcia Cobras, València Vipers, Màlaga Fire, Madrid Royals y Sevilla Scorpions.
El equipo Criquet 11 forma parte del programa de deporte Criquet Joven BCN, un proyecto impulsado por el Centro de Estudios Africanos e Interculturales (CEAi) y la Fundación para el deporte y la Educación de Barcelona (FEEB), que desde el 2012 forma parte del programa Convivimos Deportivamente, impulsado por el Instituto Barcelona Esports.
Este deporte representa más que una simple actividad física, ya que se ha convertido en un espacio de cohesión social, participación inclusiva y no discriminación.
Reivindicación con voz femenina
La promoción del criquet femenino ha hecho que durante muchos años en Barcelona haya los únicos equipos femeninos del estado y que la selección española esté casi íntegramente formada por chicas de Barcelona. Y eso ha sido gracias a la voluntad y el compromiso de un grupo de chicas que han luchado por poder disfrutar de uno de los deportes más populares entre las comunidades asiáticas de la ciudad.
Esta reivindicación del criquet femenino en la ciudad responde a la necesidad de encontrar espacios donde practicar el deporte en un ambiente de confianza, cuidado y fortaleza, además de fomentar la cohesión social, la participación y el diálogo intercultural a través de la promoción de una práctica deportiva identitaria como es esta.