El movimiento libre basado en la actividad autónoma favorece al niño el descubrimiento de sus propias capacidades, la utilización de sus propias adquisiciones y el aprendizaje de sus propios éxitos y fracasos.
El desarrollo motor surge de forma espontánea y autónoma, no necesita de la intervención del adulto pero sí de su mirada atenta, respetuosa y cariñosa.
La confianza en los niños, en su capacidad de moverse y relacionarse con el mundo que los rodea es muy importante, ya que esta confianza les devuelve una imagen positiva de ellos mismos.
En la escuela procuramos unos espacios, unos materiales y un acompañamiento para que esto sea posible, respetando la espontaneidad y el ritmo individual de cada niño sin compararlo con nadie.
"La prudencia y la autoconfianza se desarrollan si dejamos a los niños acercarse poco a poco a una nueva tarea sin interferir" Emmi Pikler
Principios Emmi Pikler (Lóczy)
- El respeto a la libertad de movimiento y la conquista de la autonomía.
- Considerar que la actividad que surge del propio interés da satisfacción al niño y hace sentirlo competente.
- La importancia de ofrecer un entorno adecuado.
- El valor de la estabilidad y de la regularidad en la relación personal y en el entorno en que viven los pequeños, como fuente de seguridad y de inicio de las nociones de espacio y tiempo
- La atención de calidad y el respeto por el ritmo de desarrollo individual de cada niño. La importancia de los estadios de intentos o de ensayos de experiencias.
- El peligro de las intervenciones de estimulación que "fuerzan" el ritmo individual del niño.
- El valor de las actividades de la vida cotidiana.