La luz, como elemento presente en la naturaleza y como elemento artificial, permite una multiplicidad de acciones que combinan, a través del juego, la ciencia, el arte y la vivencia, generando un clima de experimentación y creatividad.
A través de elementos luminosos y diferentes materiales como la mesa de luz y el retroproyector, se pueden crear tantas situaciones y experiencias como se puedan imaginar.
La capacidad de abstracción que crean estas propuestas es ideal para desarrollar la concentración de los niños de una manera lúdica, atractiva, creativa y libre.
Desde el juego con las sombras hasta la experimentación con materiales más elaborados, los niños y las niñas investigan las propiedades de la luz y del color, se hacen hipótesis y comprueban los resultados.
