Trabajamos la lógica-matemática

La curiosidad por descubrir y aprender aparece desde el nacimiento. Desde muy pequeños los niños manipulan para poder conocer cómo es el entorno que les rodea. Estas acciones les permiten comparar cualidades, observar las medidas y cantidades en las que se presentan, mirar el comportamiento de los objetos en movimiento y también su situación en el espacio. Así es como aprenden los niños y niñas en sus primeros años de vida, son los juegos espontáneos los que les ayudan a descubrir y aprender iniciándose en la adquisición de conceptos lógico-matemáticos. El conocimiento matemático permite empezar a comprender la estructura del mundo y estructurar el pensamiento de los niños, así como también aumentar su capacidad para razonar e interpretar el mundo que nos rodea. La vida cotidiana está llena de oportunidades que a partir de la propia experiencia y de forma espontánea nos acercan a la descubierta matemática: cuando exploramos las cualidades de los objetos, cuando clasificamos, cuando hacemos ordenaciones, seriaciones, cuando medimos o cuando enumeramos. En nuestra escuela ofrecemos a los niños diferentes tipos de material inespecífico, es decir, sin un objetivo predeterminado (tubos de cartón, aros de madera, contenedores de metal, cadenas, cintas, pinzas, tapones de corcho, etc ...) para a que a través de la manipulación y la combinación de elementos vayan haciendo sus propios descubrimientos.
Las bandejas de experimentación también son un recurso que permite a los niños crear hipótesis a partir de la manipulación de materiales inespecíficos y naturales (harina, arena, pasta, gelatina, pieles secas de naranja, etc ...). Estas hipótesis las corroboran o no, mediante el ensayo-error combinando elementos, comparando, agrupando ....

 

 

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