MOVERSE EN LIBERTAD

A lo largo del desarrollo de sus movimientos, el niño aprende no solo a darse la vuelta o a dar vueltas, ir a cuatro patas, levantarse o andar, sino que también aprende a aprender. Aprende a estar ocupado en alguna cosa, en tomar interés por alguna cosa, en probar, en experimentar. Aprende a superar dificultades, aprende a conocer la alegría y la felicidad, las cuales significan su éxito, es decir, es el resultado de su propia y paciente constancia”. Emmi Pikler
Desde el nacimiento, los niños tienen todas las capacidades necesarias (genéticamente están preparados) para desarrollar su motricidad por sí mismos. Si el adulto pone al niño en posturas que por sí solo todavía no sabe hacer, le puede privar del placer de descubrir el mundo que lo rodea a su ritmo y conectado con sus sensaciones corporales. Haciendo algo que su cuerpo está preparado para hacer en cada momento. Así pues, respetar el ritmo de cada niño/a, sin anticiparse a sus movimientos, sin prisas, no esperando el siguiente paso sino disfrutando del proceso, puede ofrecer al niño que se viva competente desde el principio.

El beneficio de respetar su evolución se nota en la harmonía de sus movimientos. El niño por sí mismo llega a diferentes posturas (boca arriba, boca abajo, gateo, sentado, de pies...) y esto le permite volver con seguridad, con un movimiento fluido, a la postura anterior. Todo lo que ha aprendido está en su registro personal y lo puede encontrar siempre que lo necesite. Con los movimientos irá conociendo su cuerpo, sus límites y hará madurar su celebro. Con sus desplazamientos ampliará el conocimiento del espacio y de sus posibilidades.

Para moverse en libertad, el niño/a necesita un espacio amplio y protegido con un suelo sólido, ropa cómoda y algunos juguetes a su alcance que le gusten. La presencia de un adulto que permita al niño moverse y explorar sin interferir, que no se anticipe a sus movimientos y que ponga palabras a las acciones del niño. En definitiva, un adulto que le permita su desarrollo con respeto, paciencia y confianza en su proceso.
 
Siguiendo en esta línea, os dejamos un enlace con un documento centrado en el desarrollo motriz en las edades tempranas.

https://drive.google.com/open?id=1c2WUqyBuJRxNArsG-4cUc7suhkL_kc0x

“La base del descubrimiento de Emmi Pikler es que cuando al bebé no se le hacen hacer movimientos determinados, pero al mismo tiempo se le aseguran las condiciones para ser realmente activo desde el nacimiento, el los alcanzará por sí mismo, sin problemas, recorriendo todas las etapas del desarrollo motriz”
                                                                                                            Agnès Szanto

 

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