On the Table
Ai Weiwei
05.11.2014 – 01.02.2015
Comisaria: Rosa Pera
Inauguración: martes 4 de noviembre, a las 19.30 h
La exposición permite conocer la trayectoria artística de Ai Weiwei, desde sus inicios en el Nueva York de los ochenta hasta hoy, convertido en el artista chino disidente más conocido e influyente del mundo. Activista y mediático, su obra se funde con su militancia en la denuncia de la falta de libertades en China, a la vez que está presente en los principales acontecimientos y colecciones de arte contemporáneo.
On the Table. Ai Weiwei profundiza en las estrategias de acercamiento e intervención sobre la realidad a través de la imagen. Desde una práctica artística que incluye la fotografía y el film documental, la escultura, el diseño y la arquitectura, las imágenes de Ai Weiwei son operaciones que trascienden formatos y disciplinas, infiltrándose y circulando también por redes sociales y ámbitos relacionados con la cultura popular. Además de varias obras clave para profundizar en el trabajo de este artista, en La Virreina Centre de la Imatge se presentan obras inéditas, nuevas producciones e instalaciones específicas ideadas por Ai Weiwei con motivo de esta muestra.
Conocido por su disidencia con el régimen comunista chino, con el que mantiene un pulso desde hace años, y por las instalaciones monumentales en los principales museos y eventos del arte contemporáneo internacional, Ai Weiwei es un artista que opera a escala global en todos los formatos y canales al alcance y, si es preciso, inventa otros nuevos.
En su lucha por la libertad, no ha dudado en hacer de su práctica artística un potente altavoz para denunciar la represión y la censura que se esconden detrás de la apertura al mercado capitalista, a la vez que trabaja para fomentar la conciencia crítica en la sociedad.
On the Table. Ai Weiwei propone un recorrido completo a través de algunas de sus obras más conocidas y por otras inéditas, trabajos que van desde la fotografía hasta la arquitectura, pasando por el vídeo, la escultura, el diseño gráfico, las instalaciones, los objetos o los videoclips. A pesar de la diversidad de formatos, puede observarse un eje en común: el rol de la imagen como construcción y vehículo de realidad que le permite evidenciar y calibrar las tensiones entre verdad y mentira, evidencia y ambigüedad, control y libertad, entre política, arte, poder y sociedad.
Ai Weiwei se plantea el arte como un dispositivo desde donde establecer diálogos con diferentes contextos, desde donde contrastar tradiciones y visiones para negociar, analizar, proyectar y compartir: como en una mesa, el lugar donde poder presentar las credenciales y enseñar todas las cartas, descubrir lo que hay debajo y, si es necesario, darle la vuelta.