Bien por circunstancias derivadas de las luchas antifranquistas o bien porque lo consideraron el único discurso capaz de acabar con la catastrófica situación generada por el capitalismo, muchos hombres y mujeres pusieron en la idea comunista y en las revoluciones que generó la esperanza en una transformación del mundo. El choque con sus propios orígenes sociales de clase o el conocimiento de las derivas que tuvieron algunas de las revoluciones comunistas hizo que muchos comunistas abandonaran los partidos en los que militaban y adoptaran posiciones escépticas cuando no directamente anticomunistas. Se debaten aquí las razones y consecuencias de estos conflictos que cambiaron la trayectoria personal de muchos.