Memoria Democrática

Francia, 1865 - siglo XX.

Nacida en Francia y educada como pedagoga, Clémence Jacquinet entró en contacto con Ferrer i Guardia (1859-1909) en París, donde él trabajaba de profesor de español de 1895 a 1898.

Ferrer conoció a Clémence y ésta tenía un brillante currículum como educadora moderna después de una breve estancia en El Cairo, como institutriz. Ferrer le habló de establecerse en Barcelona y le propuso dirigir su Escuela Moderna, proyecto de enseñanza racionalista, laica y coeducadora. No solo le proponía venir a trabajar de maestra, sino dirigir pedagógicamente la escuela que incluía la coeducación de niños y niñas.

Desde su fundación en 1901 hasta su cierre en 1906, la Escuela Moderna de la calle Bailén de Barcelona abrió en toda España, principalmente en Cataluña, más de 35 nuevas escuelas laicas y coeducadoras que, además, disponían de un plantel de maestros de los dos sexos formados en las ideas de Ferrer y Clémence.

Entre estas ideas, las principales fueron sacar a los niños y niñas de las escuelas, en actividades al aire libre, la visita a museos y fábricas, la ausencia de premios y castigos, la solidaridad entre los niños, el interclasismo en la escuela, la divulgación de conceptos antimilitaristas y la difusión del racionalismo científico y de la literatura social.

Clémence desarrolló una amplia labor de divulgación de las modernas ideas francesas y europeas en educación y colaboró ​​en la redacción de numerosas obras relacionadas con la educación. También colaboró ​​con la prensa obrera y anarquista-cultural de su época durante los años vividos en Barcelona. Publicó en la revista 'Natura' de Barcelona.

Clémence Jacquinet chocó también con las ideas de Ferrer, puesto que ella defendía una concepción de la enseñanza más academicista. Por ello dejará la escuela. La invisibilidad de la figura de Clémence nos lleva a pedirnos el porqué en algunas obras sobre la Escuela Moderna no merece ni una nota a pie de página (a pesar de ser la directora) y sí que la tienen en cambio muchos de los colaboradores puntuales. Invisibilidad que también tuvieron las demás profesoras de la escuela. Todas ellas sufrieron también la represión, prisión y exilio a finales de 1909.

El reconocimiento a la invisibilidad y su aportación a la pedagogía moderna merecen ser reconocidas.