Memoria Democrática

Dolors Palau nació en el Poblenou el 27 de noviembre de 1893. Estudió magisterio y concursó para ocupar una plaza de maestra agregada en la Escuela Municipal del Parc de Montjuïc, la primera escuela al aire libre de Barcelona. Este centro se inauguró el 8 de mayo de 1914, con dos secciones, una para niños y otra para niñas. La directora de esta última sección era Rosa Sensat. Con ella, Dolors Palau entró en contacto con el movimiento de renovación pedagógica y con las corrientes de la escuela nueva que, desde Europa, se hacían un sitio en la Ciudad Condal.

Años más tarde, Dolors Palau fue nombrada directora de la Escuela Parc del Guinardó, inaugurada en 1923. Una influencia importante, en el terreno pedagógico, la recibió de su marido, Antoni Riera. Casados en 1920, Riera era un maestro muy bien relacionado con las corrientes educativas renovadoras y mantenía contactos con los diversos centros europeos donde se elaboraban las nuevas ideas. Los métodos Decroly y Montessori inspiraron la escuela del Guinardó gracias, en buena parte, a Antoni Riera, sin que este ocupara jamás ningún cargo oficial en el centro. También se utilizaba el método Dalcroze para la educación musical, muy especialmente la rítmica, que tanto caracterizó la escuela. El matrimonio viajaba por diversos países, especialmente a Suiza, en busca de nuevas técnicas y materiales.

El 17 de julio de 1945 se aprobó la ley franquista de enseñanza, según la cual los ayuntamientos y las diputaciones no podían tener escuelas. Esta norma amenazaba gravemente las escuelas municipales del Ayuntamiento de Barcelona. La resistencia del alcalde, Josep M. Albert, y de Tomàs Carreras Artau, presidente de la Comisión de Cultura, a pesar de ser personas afines al régimen, permitió salvarlas y el Estado las reconoció como escuelas especiales.

En la Escuela Parc del Guinardó, las clases se tenían que dar en castellano, pero, en la práctica, el catalán se convirtió en la lengua vehicular.
Esta escuela ganó su excelencia esquivando las imposiciones de las dos dictaduras que vivió el país en el siglo XX. Las dos timoneles principales del barco durante este difícil viaje fueron Dolors Palau y Josepa Català, las dos maestras que durante unos cuarenta años impulsaron sin desfallecer el centro municipal.

Dolors Palau se jubiló en 1965. La sucedió en la dirección de la escuela la señorita Galceran, una de las maestras pioneras en 1923, una mujer de carácter severo. Dolors Palau vivió hasta los 102 años.