Memoria Democrática

Si el patrimonio es lo que se hereda de los antepasados y se otorga como legado a los más jóvenes, pocas cosas hay más fuertemente inscritas en las memorias de las clases subalternas que los actos contra la tiranía, o la sucesión de rebeliones, o los esfuerzos contra las diferentes opresiones e injusticias… Todo ello constituye la memoria democrática, el patrimonio ético de aquella parte de la ciudadanía que con su esfuerzo ha democratizado históricamente las relaciones humanas con la voluntad de alcanzar cotas más altas de igualdad, a pesar de la oposición de otra parte de la ciudadanía que no las quiere.
En enero del 2016, el comisionado de Programas de Memoria iniciaba el proyecto de señalización de lugares relativos a la memoria democrática de Barcelona, es decir, aquellos lugares que merecen ser explicados —o marcados— con más o menos intensidad porque en ellos se ha producido algún acontecimiento vinculado a la ampliación de las cotas de igualdad social, cultural, política o de género, para transmitir a la ciudadanía este legado de esfuerzo y ejemplaridad.
Con este fin se han establecido dos tipos de señalización.
Los atriles narrativos, identificados con el color rojo, contienen una breve explicación del espacio y el acontecimiento, en tres idiomas y con imágenes.
Las placas de marcaje, circulares e identificadas con el color azul, contienen unas breves palabras que indican la razón por la que se evoca a una persona, un hecho o una actividad.
Actualmente hay 30 atriles y 53 placas; este mapa inicia la cartografía de la memoria democrática de la ciudad en sus diversas vertientes.