31 de enero de 2024
Este es el duodécimo adoquín para la memoria y cierra la segunda edición del proyecto Stolpersteine 3Barcelona que se ha llevado a cabo con la colaboración de distintos centros educativos
El 29 de febrero se ha colocado el Slopersteine, adoquín para la memoria del pasaje Marimón de Sarrià donde vivió Llorenç Vitrià Barrera, represaliado por el nazismo. Los adoquines se colocan en la última dirección donde las personas represaliadas vivieron de forma voluntaria. Este proyecto se ha llevado a cabo en colaboración con distintos centros educativos de la ciudad, en este caso con el Instituto Menéndez y Pelayo. También asistieron familiares del homenajeado, algunos de los cuales no se conocían hasta aquel momento. Asistieron Núria y Txell Moreno Barbeta, sobrinas nietas de Llorenç Vitrià; Eulàlia López Moreno, sobrina nieta, y su hija Verònica Ruiz López; M.Rosa Vitrià Santolaria y Pilar Sacristán Vitrià, primas segundas de Llorenç y sus padres, primos del homenajeado. También estuvo presente Jordi Vitrià, que fue el encargado de dar la charla en el instituto.
Llorenç Vitrià Barrera nació en Barcelona el 2 de febrero de 1908. Aficionado al boxeo, entrenaba el Sporting Boxing Club de Barcelona y el año 1924 formó parte del equipo olímpico español y el año 1935 se retiró. Ante la llegada de las tropas franquistas a Barcelona se exilió en Francia. Pasó por Perpiñán y Ruelle antes de ser internado en el campo de refugiados de Les Alliers en Angulema. Llorenç Vitrià Barrera formó parte del primer convoy de civiles franceses hacia un campo nazi el 20 de agosto de 1940. El 24 de agosto llegó a Mauthausen donde, aun siendo atleta, la dureza de las condiciones afectaron su cuerpo y su ánimo. El 24 de enero de 1941 fue trasladado al campo de Gusen, dónde murió el 18 de junio de 1941.
Stolpersteine, adoquines para el recuerdo
Las Stolpersteine son una propuesta del artista alemán Günter Denmig, surgida en los años noventa en el marco de la reunificación alemana, que propone un enfoque micro sobre el hecho memorial, en contraposición con los grandes complejos memoriales característicos de buena parte de Europa. En la actualidad hay más de 100.000 adoquines de memoria con una veintena de países.
En Barcelona el proyecto lo han impulsado la concejalía Memoria Democrática del Ayntamiento de Barcelona, la Amical Mauthausen y la Amical Ravensbrück dirigido a los alumnos de los institutos públicos de la ciudad. Con este proyecto se quiere potenciar la dimensión comunitaria y educativa de la memoria. El año 2022 tres institutos participaron en la prueba piloto y el proyecto se ha consolidado con la participación de nueve institutos que han colocado 12 placas.