Memoria Democrática

Jueves, 15 de abril

Sant Andreu

Colocación de atril conmemorativo en la Casa Bloc

Colocación de atril conmemorativo en la Casa Bloc

La Casa Bloc fue proyectada durante la Segunda República (1931-39) con el objetivo de crear un modelo de vivienda que mejorara las condiciones de vida de la clase obrera. Después de la Exposición Internacional de Barcelona de 1929, la ciudad y todo el país se sumieron en una grave crisis económica que hizo incrementar el paro y agudizó las distintas problemáticas sociales, lo que puso en evidencia la falta de planificación en todos los ámbitos sociales y la poca sensibilidad hacia las necesidades reales de la población.

Pero la proclamación de la Segunda República comportó el impulso de nuevas políticas basadas en la igualdad y la justicia social. En este contexto, la Generalitat de Catalunya encargó un nuevo edificio a Sant Andreu para dotar a la población obrera de viviendas funcionales ante el gran déficit que había a consecuencia de la avalancha migratoria de trabajadores que llegaban buscando trabajo en las industrias del área de Barcelona.

El diseño del proyecto se encargó al Grupo de Artistas y Técnicos Catalanes para el Progreso de la Arquitectura Contemporánea (GATCPAC), creado en 1930 con el objetivo de traer a Cataluña la arquitectura racionalista y moderna proveniente de Europa intentando resolver graves problemas sociales. Así, el 13 de marzo de 1933, el presidente Francesc Macià colocó la primera piedra de la Casa Bloc, que fue construida por el Institut Contra l’Atur Forçós (Instituto Contra el Paro Forzoso, ICAF), que ofrecía puestos de trabajo a obreros en paro.

El edificio, formado por cinco bloques en forma de “S”, favorecía la ventilación y la iluminación natural de los 207 pisos dúplex de entre 55 y 77 m2. Estos constan de una planta baja con sala de estar-comedor, cocina, lavabo, ducha y terraza, y tres habitaciones en la planta superior. Los locales de la planta baja se destinaron a servicios colectivos: piscinas, jardines, jardines de infancia, clubs de obreros, bibliotecas y cooperativas de consumo.

Durante la dictadura franquista, el edificio quedó desfigurado cuando en 1948 se añadió un bloque en una zona común, conocido como el “bloque fantasma”, para acoger a familias de policías. El ala sur fue destinada a residencia de viudas y huérfanos de militares.