Veinte cosas que no sabías sobre la coca de San Juan

Las cocas son elementos imprescindibles de la noche de San Juan. Y, como cualquier comida tradicional, tienen una historia larga y llena de anécdotas y variaciones que merece la pena saber.

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17/06/2024 - 08:25 h

Las cocas de fruta, de piñones, rellenas con crema, mazapán o de chicharrones, acompañadas de un buen cava o de moscatel, son elementos imprescindibles de la noche de San Juan. Cada año, los panaderos y pasteleros hacen miles de cocas, aunque también hay quien prefiere hacerlas en casa. Y, como cualquier comida tradicional, tienen una historia larga y llena de anécdotas y variaciones que merece la pena saber.

  • La coca de San Juan se elabora con masa de brioche, una base muy frecuente en pastelería que también se utiliza para hacer otros dulces, como el roscón de Reyes.
  • Parece que el nombre deriva del verbo latino cocere, que significa ‘cocer’.
  • Se puede rellenar de muchas cosas dulces: las más comunes son la crema y el mazapán, pero también hay quien la rellena con nata y con productos más creativos.
  • Tradicionalmente, se decora con fruta confitada y piñones, aunque también es muy popular la de chicharrones.
  • Entre la fruta confitada, las piezas más habituales son las cerezas, la naranja en rodajas e incluso el melón a trocitos, que le dan el característico toque de color.
  • El año pasado por San Juan, en Barcelona se vendieron más de 900.000 cocas artesanas.
  • Algunos de los pasteleros más atrevidos de la ciudad proponen rellenarlas con crema de queso y fresas y sobrasada. E incluso se ha elaborado helado de coca de San Juan.
  • Según el Gremio de Pastelería de Barcelona y Provincia, la variedad más vendida año tras año es la de brioche con frutas y piñones.
  • La tradición dice que la coca de San Juan tiene que tener un tamaño canónico, el doble de largo que de ancho, y debe tener los ángulos redondeados.
  • Según el cocinero Ignasi Doménech, la proporción entre la anchura y la longitud de la coca es igual a la proporción entre el día y la noche en San Juan.
  • La coca de San Juan deriva del roscón con huevos que se comía antiguamente: un dulce de forma redonda, que era una reminiscencia clara del culto al sol.
  • En sus inicios, las cocas que se consumían en esta festividad se amasaban en casa y se llevaban a los panaderos para que las cocieran.
  • Con el nacimiento de las primeras pastelerías, en el siglo XIX, la receta se endulzó con la aportación de cerezas y más frutas confitadas.
  • La coca moderna se incorporó a las verbenas en 1860, y hacia 1900 ya era un elemento esencial.
  • En el campo, estaba la creencia de que se tenía que consumir en el exterior, porque comérsela bajo tejado traía desgracias.
  • Antes era frecuente comérsela acompañada de vino dulce o rancio, pero hoy estas bebidas han ido dejando paso al cava.
  • Por estas fechas, en muchos otros lugares del Mediterráneo comen dulces muy parecidos a la coca de San Juan.
  • Sin ir más lejos, en Alicante hay una comida que lleva el mismo nombre, pero es una especie de coca de verduras con atún.
  • Y en Menorca, a la coca de San Juan también se la llama coca bamba. Es una coca alta enroscada en forma de espiral típica de las fiestas patronales en la isla.
  • La misma coca también se puede consumir durante las verbenas de San Pedro y San Jaime, que antes se celebraban mucho.