La exposición rememora el mítico Circuito de Montjuïc, escenario de algunos de los certámenes del automovilismo y el motociclismo más importantes a nivel nacional e internacional.
El trazado de esta exposición, de casi cuatro quilómetros, combinaba dos tramos: uno lento y de descenso técnico y otro rápido, y exigía mucho a los corredores, al tiempo que convertía el acontecimiento deportivo en un gran espectáculo natural. Su proximidad al centro de la ciudad facilitó el éxito de público.
La muestra presenta un recorrido por la historia del Circuito a través de las carreras más emblemáticas: el Gran premio Internacional de Barcelona (más adelante llamado Gran Premio de España), las 24 Horas de Montjuïc, las Fórmulas 3, 2 y 1, y carreras que fueron organizadas por entidades como el Moto Club de Barcelona, la Peña Rhin, el Real Club del Automóvil de Cataluña o la Peña Motorista de Barcelona.
Sus carreras épicas convirtieron al Circuito de Montjuïc en un mito histórico. Las carreras eran de velocidad y resistencia, pero también hubo algunas de tipo solidario, o con una gran dosis de espectáculo, o desfiles de coches clásicos. El Circuito estuvo activo desde el año 1932 hasta el 1986, pero fue en los sesenta cuando adquirió verdadera relevancia para la historia de la competición automovilística.
Con la evolución de la tecnología, las velocidades que empezaron a conseguirse –sobre todo en los coches- llegaron a comprometer seriamente la seguridad de los participantes y del público. Esto hizo que cada vez se organizaran menos carreras en el circuito, y que finalmente, a mediados de los ochenta del siglo pasado, desapareciera cualquier tipo de actividad automovilística en Montjuïc.
El espíritu del Circuito, no obstante, se mantiene vivo: con ese mismo nombre el circuito de Montmeló organiza cada año un evento de automovilismo y motociclismo que pretende rememorar las emociones vividas en la montaña por los pilotos, los organizadores y el público que disfrutaba de la espectacularidad de las carreras y el ruido de los motores.
Los vecinos del pie de la montaña aún recuerdan cómo retumbaba su casa con el ruido de los motores. Son muchos los que se desplazaban a la montaña para colarse por una de las curvas del circuito y sentir de muy cerca la emoción de las carreras.
Organización
Institut de Cultura, Ajuntament de Barcelona
Conceptualización, diseño, producción y montaje
MagmaCultura
Asesoramiento científico
Javier Gil i Manel Maestro; Penya Motorista de Barcelona
Corrección y traducciones
Incyta Multilanguage
Con la colaboración
Penya Motorista de Barcelona
Piezas cedidas
Col·lecció d’Automòbils Salvador Claret i Pere Tarragó
Archivos
Biblioteca de l'Esport de la Generalitat de Catalunya, Arxiu Fotogràfic de Barcelona, Penya Motorista de Barcelona i Hemeroteca de la Vanguardia
© de las imágenes
Josep Aragall, Família Javier del Arco, Família Babler, Martí Bas Blasi , Puig Farran Manuel Garriga, Antonio Palacín, Jordi Plana, Jaume Poch, Pérez de Rozas, Josep Maria Sagarra, Pau Lluís Torrents i José Ma Gil-Vernet
Seguro
Hiscox Europe
Agradecimientos
Josep Aragall , Família Babler, Josefina Cristiá, Javier Gil, Manel Maestro, Antonio Palacín, F. X. Permanyer, Jordi Plana, Jaume Poch, Pere Tarragó i Josep Ma Gil-Vernet