Adaptarse al cliente, la fórmula de Cistelleria Siscart para mantener vivo un comercio centenario

Cuándo

29/03/2018

La cistelleria Siscart es un comercio centenario que se ha adaptado a las necesidades del cliente como fórmula para llegar hasta nuestros días. Gracias al escaparate virtual de su página web y el perfil de la red social Facebook, sus clientes ven los productos y las novedades y piden encargos, y la cestería hace la venta y el envío a los compradores, aunque la web no disponga de momento de plataforma de venta en línea. No obstante, los productos se envían incluso a Rusia, por ejemplo, como explica Joana Siscart, propietaria del establecimiento, sobre ventas recientes. Adaptarse y ser activo con la comunidad, con el barrio. La Cistelleria Siscart es un referente comercial de la calle de la Creu Coberta de Barcelona.

“Siempre procuro disponer de los productos que sé que me pedirán mis clientes, o los que pienso que necesitarán. La adaptación al cliente es la clave. Y también la constancia”, subraya. Siscart es una cestería implicada con la comunidad, miembro de la Asociación Comercial de la Creu Coberta, y colaboradores del proyecto educativo “El comercio y las escuelas”, en que los escolares de la ciudad participan en la experiencia de conocer directamente las tiendas y a sus comerciantes, aprendiendo de primera mano los valores del comercio de proximidad.

Un comercio donde, como afirma su propietaria, la gente lleva cien años encontrándose cestos —de rafia, palma o castaño— cuando pasa por delante, aunque con el tiempo evolucionó e integró también otros tipos de productos, como persianas —uno de los artículos que más vende, con muchos diseños actuales—, alfombras o sillas.

Comercio asociado

Formar parte de la Asociación Comercial de la Creu Coberta también es un factor positivo de mantenimiento y crecimiento del negocio, ya que los establecimientos se benefician de las actividades que organiza y fortalece su voz. “Nos apoyamos mutuamente, un comercio a otro, nos retroalimentamos, porque las tiendas no están aisladas”, apunta Joana.

El padre de Joana Siscart nació en 1916 en la misma tienda de la calle de la Creu Coberta, 123, aunque la bisabuela ya trabajaba con productos de cestería. Un negocio que ha sido testigo de los cambios históricos y comerciales en la “calle comercial más larga de Europa”, como les gusta decir a los comerciantes del barrio.

Es una tienda de barrio y que hace barrio, aunque entre sus clientes también hay otras ciudades del país. La tecnología y la red le han proporcionado otros compradores: recibe por correo electrónico los pedidos y los envía a través de los operadores logísticos. Google seleccionó la Cistelleria Siscart cuando hizo la presentación en España de las visitas virtuales al interior de los comercios.

Internet, una revolución comercial

Joana señala que internet, en el mundo del comercio, establece cambios y, además, de forma muy rápida, “una auténtica revolución” que, en su opinión, afecta de lleno al comercio, con nuevas pautas de compra, de consumo, que hay que tener en cuenta. Un reto al que hay que sumar otros elementos, como los cambios en el comercio familiar cuando las últimas generaciones emprenden otras opciones profesionales.

Por otra parte, Joana Siscart destaca la excepcionalidad de Barcelona como ciudad de comercio, ante el gran volumen de tiendas que tradicionalmente acoge la ciudad, un hecho que, a su parecer, muestra la gran vitalidad del sector y su relevante peso en la economía de la ciudad.