Como sociedad, los cumpleaños han sido motivo para compartir en familia, con amigos y aquellas personas importantes un momento muy especial: el recuerdo del nacimiento y el paso del tiempo.
En la escuela consideramos que es una oportunidad para acercar a los niños y niñas a esta tradición social. Debido a que en esta etapa la percepción del paso del tiempo es muy general, lo perciben globalmente, elegimos dar importancia a la niña y al niño. Para convertirlo en el protagonista, que pueda expresarse y experimentar este momento tan especial.
En el grupo de lactantes se ofrece a los pequeños una corona suave, hecha con la colaboración de las familias en el taller de costura, y se canta la canción del cumpleaños feliz. En el grupo de caminantes, la corona es de cartulina y es decorada por la educadora junto con aquellos que se animan a participar poniendo pegatinas, se hace un pequeño pastel de frutas y soplan las velas cantando la canción. En el grupo de grandes es donde disfrutan más, ya son conscientes de que su día se acerca y lo anticipan. La celebración se hace como el grupo caminantes, surgen complicidades y el deseo de preparar la corona para el protagonista es mucho más grande, y lo celebran con gran entusiasmo.
