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Guillem Brugarolas i Canals, un músico de entreguerras
Guillem Brugarolas Canals (Barcelona, 1889-1959), fue un industrial barcelonés que supo compaginar a lo largo de su vida el negocio familiar (se encargó, junto a sus dos hermanos, de la empresa química Brugarolas S. A., dedicada a la fabricación de lubricantes para maquinaria industrial) con la actividad musical, centrada en la composición y en la organización de veladas musicales y literarias en las que participaban músicos, cantantes y poetas del momento.
Se desconoce si estudió en el conservatorio o recibió clases particulares y quiénes fueron sus maestros; pero lo que sí se conoce son sus preferencias musicales, gracias a su biblioteca musical conservada en el domicilio particular de uno de sus descendientes: sobre todo predominan las obras de Beethoven (sonatas para piano y tríos), Schubert (impromptus y sonatas), Mendelssohn (toda la obra para piano), Chopin (baladas, valses y preludios) y Wagner (la reducción para piano de prácticamente todas las óperas), y en menor mesura encontramos obras de Mozart (sonatas para violín y piano), sonatas de Muzio Clementi e incluso reducciones para piano de algunas zarzuelas. Sus gustos están en consonancia con su posición social y económica: hombre acaudalado perteneciente a la burguesía industrial barcelonesa, conservador y muy religioso, que estuvo vinculado a la Lliga y que se identificaba plenamente con la corriente cultural de carácter germánico propio del primer cuarto del siglo XX.
Hasta el momento se supo que escribió setenta obras musicales, de las cuales se conservan cincuenta y una, y entre las que encontramos dos obras para un mismo número de opus (op. 63). En las creaciones de Brugarolas Canals predominan las piezas para piano solo (Íntimes 2n i 3er quadern), las canciones (para voz y piano con textos de diferentes poetas, como Joan Maragall, Francesc Pujols, Josep Maria López-Picó y de su amigo Miquel Melendres) y los tríos (con la formación clásica de violín, violonchelo y piano); así mismo escribió dúos para piano y violín, dos cuartetos de cuerda, una obra para coro y piano (Himne) y una pieza para violonchelo y piano (Pregant), de la que se hizo una versión para violín, violonchelo y órgano y otra versión para cuarteto de cuerda.
Resulta curiosa la brevedad de su período creativo, que abraza de 1918 a 1933; después de la Guerra Civil, Brugarolas Canals dejó de componer, no se conoce el motivo: quizá los horrores de la guerra lo perturbaron en exceso, o bien el trabajo del negocio familiar lo absorbió por completo o, sencillamente, musicalmente no tenía nada más que decir.
El hecho de casarse en 1917 con Eulàlia Rocamora Rosés (hija de Antonio Rocamora Pujolà, heredero del fundador de la mayor empresa de jabón de Espanya, Rocamora e Hijos) sumado a la buena marcha de su negocio familiar, le permitió dedicarse a la música sin ninguna preocupación, hasta el punto de no ocuparse nunca ni de promocionar su música, ni de buscar un editor para su música, ni de difundir su música más allá de la esfera privada. Brugarolas Canals organizaba en su casa veladas musicales y literarias, las primeras prácticamente semanalmente, las otras de forma más esporádica. Participaban a menudo sus amigos, como el violinista y profesor del Conservatori del Liceu Joan Altimira, el violonchelista Francesc Pérez-Prió y la cantante Conxita Badia (a quien dedicó la obra Estacions). Es casi seguro que el repertorio de estas veladas incluyeron tanto las obras de la biblioteca musical personal de Brugarolas Canals (Chopin, Beethoven, Schubert, Wagner...), como también sus obras inéditas por estrenar. No es una casualidad que compusiera tan repetidamente para trío (piano, violín y violonchelo) y para voz y piano, ya que eran las formaciones musicales habituales en estas reuniones. Vale la pena decir que Brugarolas Canals en 1918 se hizo traer de Nueva York un piano Steinway de media cola (todavía conservado por uno de los descendientes del músico), todo un evento para la época.
En vida sólo publicó tres obras: Estacions (del opus 34 hasta el opus 39), obra para voz y piano (el texto son poemas de Joan Maragall) y publicada el año 1924; Pregant (op. 30), obra para piano y violonchelo, publicada el año 1927; y A l’àngel de la guarda (Himne) (op. 59), composición para coro y piano encargada por los escolapios para ser el himno de la escuela, publicada en 1927. Además, la difusión de la obra en vida del compositor fue prácticamente nula; todavía se tiene constancia de que la adaptación para violín, violonchelo y órgano de Pregant se interpretó el agosto de 1931 en la iglesia de Lloret de Mar con motivo de la inauguración del órgano, y que el Trio op. 21 fue interpretado el 23 de abril de 1939 en el Paraninfo de la Facultat de Medicina con Francesc Figueras de Barberà al piano, Joan Altimira al violín y Francesc Pérez-Prió al violonchelo, estos dos últimos habituales de las veladas musicales en casa del compositor.
El estilo de las obras de Brugarolas Canals es una original mezcla que recoge la gran tradición romántica (Schubert, Chopin, Schumann y Wagner), la clara influencia de Enric Granados y una evidente referencia a la música popular catalana. Este particular estilo se puede apreciar sobre todo en sus obras para piano, que son piezas de formato corto y de carácter intimista, en las que destaca una simplicidad y claridad formal presente en toda la obra de Brugarolas Canals; asimismo, en casi todas sus obras está presente un tipo de escritura muy vertical y de textura coralística, que hace inconfundible el sonido de las obras de este compositor.