Proyectos de investigación
Los instrumentos musicales del Fondo Amades
El Fondo Amades está formado por veintiséis instrumentos agrupados con los materiales de este estudioso y dados en comodato al Museo de la Música de Barcelona por la Generalitat de Catalunya (excepto el rossinyol de arcilla, que ingresó en el Museo el año 1948).
Cada uno merece, por supuesto, un estudio particularizado. El museo dispone de muy poca información de cada uno fuera de su procedencia del Fondo Amades. Por eso, y aprovechando la ocasión de la conmemoración del centenario del inicio de la Obra del Cançoner Popular de Catalunya, hemos ensayado –con la ayuda de Sara Guasteví– una primera aproximación a este fondo poniendo en relación los instrumentos con dos de los principales proyectos en los que Joan Amades trabajó: la Obra del Cançoner Popular de Catalunya y, más concretamente, el fondo fotográfico de las misiones de investigación en las que él participó entre 1927 y 1936; y el Costumari Català (5 volúmenes publicados por la Editorial Salvat en 1952) que Amades elaboró con material muy diverso y disperso ya en la última etapa de actividad.
De las fotos de la OCPC desgraciadamente no hemos podido deducir ninguna relación comprobable: las fotografías, en una alta proporción, no permiten observar detalles suficientes de los instrumentos, o los que permiten observar ya dejan claro que no se trata de ninguno de los veinte -y-seis del Fondo Joan Amades.
En cambio, una mirada al Costumari Català sí muestra un pequeño puñado de relaciones. No es que los resultados sean demasiado espectaculares, pero sí que nos han hecho ver algunas posibilidades de documentar mejor algunos de estos instrumentos y, por eso, queremos dejar constancia:
- El instrumento MDMB C 12632 corresponde notablemente al grabado del Costumari. En el volumen V, página 802, así como en la ficha del museo, consta precisamente con los nombres de la descripción que hace Amades: mataporcs –que sería el oficio de quien lo toca y no el nombre del instrumento— , samsonia, guimbarda o birimbau. La página del músico y del baile que debían de hacer en el Ripollès, ilustra muy bien el instrumento. El único detalle del grabado que se separa de la imagen del instrumento conservado es un breve caracol que vemos al final de la lengüeta (así denomina la lámina metálica que vibra libre en la boca), que o bien se ha roto con los años, o que vendría de otro ejemplar: en el Fondos Amades hay una segunda guimbarda bastante parecida, la MDMB C 12631, y una tercera, MDMB C 12635, ya con una elaboración más compleja pero que tiene, precisamente, un pequeño caracol en la punta de la lengüeta. No nos extraña la relación con el Ripollès ya que precisamente en casas de payés de esta comarca y de Osona hemos encontrado algún instrumento de este tipo durante las labores del Grup d’Investigació Folklòrica d’Osona.
- Las castañuelas ibicencas MDMB C 12623 tampoco ofrecen ningún tipo de duda: se parecen totalmente al grabado del volumen I, página 145 ya la flauta de las caramelles de Navidad de las Pitiusas en la página 147 (MDMB C 12622). Pese a que el grabado las hace algo más largas o estilizadas, el agujero interior, los lazos y –sobre todo– la decoración geométrica y vegetal, coinciden en gran parte.
- También coincide por completo el instrumento MDMB C 12624 con el grabado del volumen I, página 126: la denominación del museo ya recoge las mismas de Amades, gall, gallet o quiquiriquic. El único detalle es que el instrumento conservado ha perdido el cordel que ataba la parte inferior.
- Otra notable coincidencia es el instrumento MDMB C 12625 con el grabado del volumen I, página 125, representando un “rossinyol de canya a tall de pipa” (cantarillo de caña similar a una pipa) que los niños tocaban, con agua dentro, en la misa del gallo, junto con otros reclamos y con gallos vivos (de ahí la denominación). El grabado sólo diverge morfológicamente en la punta de canutillo, que en el ejemplar conservado está elaborada como una mallenga de flautín.
- El instrumento MDMB C 12633 difiere del grabado del volumen V, página 604, pero tampoco demasiado: el dibujante ha triangulado y regularizado la forma, y ha añadido un par más de tubos. Queda un diseño de flauta de Pan más clásica, mientras que en el instrumento conservado los tubos –atención: con el nudo inferior tapándolos!— son menos regulares y, quizás, se ha movido el travesaño inferior. En cualquier caso, se reconoce la fisonomía, y en el museo también han considerado las denominaciones de Amades: bufacanyes, sanatruges, sonaveus o pinta; aunque Amades ofrece todavía algunos más. En la siguiente página encontramos dos músicas muy interesantes, notadas por Joan Tomàs.
- Vuelve a tener un parecido razonable el instrumento MDMB 583, “rossinyol de terrissa a tall de cantiret, obra de terrisser” (cantarillo de arcilla), con el grabado del volumen I, página 124. El dibujante vuelve a estilizar el instrumento, pero sigue más fielmente el instrumento conservado en el museo en el dibujo en que un niño lo toca. Explica que está hecho por los alfareros de la Bisbal y de la Jonquera, y que se tocaba en la misa del gallo como los tres predecesores.
- Tiene alta coincidencia el instrumento MDMB C 12630 con el grabado del volumen III, página 444, pero aquí el dibujante alargó notablemente el tubo, aunque en el dibujo del joven que lo toca vuelve a tener el largo del instrumento conservado. Las denominaciones del museo también siguen las que escribe Amades en el pie de imagen: galindó, flabiol cabrer o flabiol de fluixa. Amades sitúa este flautín de émbolo en el baile del Espanyolet en el encuentro de la Cau, o sea en la pequeña capilla del término antiguo de Llaers, en el Ripollès, en el que se acostumbra a decir:
Fadrina que va a la Cau,
torna amb promès;
i, als dos anys,
ja n’hi pugen tres.
- El instrumento MDMB C 12628 está descrito como “una dolçaina valenciana moderna feta de fusta envernissada” (una dulzaina valenciana moderna hecha de madera barnizada) de 30 cm de largo, y no corresponde del todo al grabado y descripción de la del volumen II, página 854, que trata el grall o gralla de pastor del Ripollès y del Lluçanès. Aunque podría ser el dibujo de otro instrumento, también es posible que sea el dibujo de este con algunas modificaciones: coincide en la distribución de los agujeros –no en la dimensión desigual de los de la dulzaina— y en la morfología general hasta el trompo de debajo del séptimo agujero, pero se habría elidido la parte de campana inferior. Como la dulzaina tiene otro agujero en la campana, esto explicaría el extraño agujero justo tocando el trompo que se ve en el grabado.
En resumen, podemos decir que al menos once de los veintiséis instrumentos del Fondo Amades están descritos, contextualizados y situados geográficamente en las páginas del Costumari Català. De este conjunto destaca el grupo de cuatro que se sitúa en la imitación de los pájaros en la misa del gallo durante la madrugada de Navidad. El otro bloque que queda por estudiar está formado sobre todo por los cuatro flabiols y los cinco flabiols de caña, y por el conjunto de matracas y tinieblas de Semana Santa. A parte, queda un reclamo de pájaros y un instrumento formado por una caña con lengüeta simple idiòfona (que també podrían formar parte del conjunto navideño).