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Before and after of labels
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Luces, cámaras, cartelas... acción!

El pasado 7 de junio el Museu de la Música cerró las puertas al público durante 11 días para acometer diversas reformas que requerían trabajo continuo, y no se podían hacer solo los lunes. El cierre nos ha permitido llevar a cabo intervenciones importantes en la infraestructura del Museo y también en la museografía:

  • Cambio de la iluminación. Desde este verano todo el museo cuenta con iluminación LED. Es una tecnología ya ampliamente consolidada en el ámbito de los museos que mejora claramente la eficiencia energética, disminuye el gasto en luz y no emite calor. La nueva instalación ha sido realizada por los compañeros del Departamento Técnico de Escena de L’Auditori, y nos ha permitido mantener los estándares de temperatura en unos márgenes razonables durante este verano especialmente caluroso.

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Canvi d'il·luminació

  • Instalación de un nuevo sistema de seguridad. La reorganización de las tareas internas del museo hacía imprescindible renovar y actualizar el sistema de seguridad después de 12 años en el Auditori. Hemos cambiado la instalación y colocado nuevas cámaras, y el personal de Seguridad tendrá ahora herramientas informáticas mucho más eficientes.           
  • Renovación de la vitrina 13. Una vez finalizada la exposición 'Las guitarras de Quico Pi de la Serra' el 7 de junio, hemos renovado los contenidos de la vitrina 13, antes dedicada a la tradición y la música popular. El nuevo discurso sigue este hilo pero con un diálogo explícito con la vitrina 12, consagrada a las guitarras. La nueva vitrina muestra grupos de instrumentos vinculados a las músicas populares con la guitarra como nexo: las rondallas del Mediterráneo, el jazz y swing de los años 60, el pop-rock actual, los conjuntos latinoamericanos, el country-folk de Estados Unidos, el rebetiko griego y el flamenco.         
  • Renovación de las cartelas de la exposición permanente. Este es uno de los cambios más visibles y que ha permitido mejorar diversos aspectos de la exposición. A continuación explicamos el qué, el cómo y sobre todo el por qué.         

La cartela es el elemento impreso que normalmente acompaña a una pieza expuesta en un museo y que contiene información como el título, el autor, la datación, la procedencia o los materiales utilizados. La palabra proviene del italiano cartella, diminutivo de carta (hoja de papel), y también tiene muchas otras acepciones en ámbitos como la geografía, la arquitectura o la arqueología.

En el mundo de la museografía, la cartela es un elemento muy importante a la hora de imaginar y diseñar una exposición, sea permanente o temporal. Las decisiones son muchas: ¿cartela sí o no? Si no, ¿cómo se transmite la información técnica de cada obra? ¿Cuál de esta información es realmente necesaria y relevante para el visitante? ¿Qué materiales, colores y tipografías son los más adecuados? ¿Qué criterios de contenido, lingüísticos y de estilo hay que aplicar?

En el Museu de la Música, después de más de un año de reflexión, varias pruebas y de plantearnos todas estas preguntas (¡y algunas más!), hemos renovado la mayoría de las cartelas de la exposición permanente. Los objetivos de este cambio son:

  1. Aumentar la legibilidad de las cartelas. Hasta ahora estaban impresas en vinilo de corte y pegadas en el cristal de las vitrinas, y los reflejos dificultaban la lectura.
  2. Hacer más versátil la exposición ya que cada instrumento tiene ahora su propia cartela y se puede mover y reubicar sin tenerla que hacer de nuevo.
  3. Revisar errores y mejorar la identificación de las piezas expuestas. Hemos aprovechado la renovación para revisar los contenidos, unificar criterios y documentar mejor las piezas de la colección, y hemos redactado un libro de estilo para las cartelas que establezca las pautas a seguir en el futuro.

Exemple de cartel·la antiga

Entendemos que la función de las cartelas es identificar la pieza mediante información breve y descriptiva. A menudo hay otros contenidos (historia del instrumento, procedencia, propietarios anteriores, imágenes del instrumento en uso) que tenemos muchas ganas de explicar y que son muy interesantes para los visitantes, pero creemos que hay que integrarlos en la exposición mediante elementos interpretativos, como los textos de ámbito, los audiovisuales, las músicas ambientales o la audioguía. La cartela, pues, es identificativa, no interpretativa. Este enfoque sigue las líneas museográficas actuales y ha sido apoyado por los especialistas de la empresa Croquis, que nos han asesorado y han realizado el diseño y producción de las cartelas.

El primer paso fue determinar las cartelas que había que cambiar y las que se dejaban para una fase posterior:

  • Espacios 2, 3, 5, 6, 7, 8, 11, 13, 14 y 15: renovados completamente, con un total de 402 cartelas nuevas.         
  • Espacios 9 y 10: cambiadas las cartelas de los instrumentos situados dentro de las vitrinas.         
  • Espacio 12 (guitarras): renovamos las cartelas en 2015 y, por tanto, sólo hemos añadido dos cartelas nuevas para guitarras que se han incorporado a la exposición.         
  • Espacio 17 (músicos catalanes): cambiadas las cartelas de los dos pianos de cola. En una fase posterior se revisarán las de las vitrinas.         

En total, hay 402 cartelas nuevas y quedan 94 pendientes de renovación.

Como decíamos antes, cada instrumento tiene su propia cartela, pero hay alguna excepción: hay 3 cartelas que llamamos ‘de grupo’ y que incluyen dos o más instrumentos del mismo tipo, que se encuentran expuestos juntos y están estrechamente relacionados por el constructor o la época. Las cartelas individuales tienen un formato de 10 x 15 cm, y las de grupo de 10 x 30 cm; todas ellas están impresas en color blanco sobre vidrio, con tipografía Baskerville.

Exemple de cartel·la de conjunt

En cuanto al contenido, las cartelas se redactan con el siguiente modelo:

Nombre del objeto - Piano de cola
Autoría - Chassaigne Frères
Lugar de ejecución, datación - Barcelona, ​​1915
Número de registro* - MDMB 1652
Datos de ingreso - Donación de Carmen Bravo

Los campos mínimos que siempre constan son nombre del objeto, datación y número de registro. El resto, si no conocemos la información, no aparecen.

A la hora de trabajar la información de cada campo nos hemos encontrado con diferentes casuísticas, problemas y decisiones a tomar. Veamos algunos ejemplos.

Nombre del objeto

Como norma general la cartela muestra el nombre vernáculo, es decir, tal como se llama el instrumento por parte de la persona, comunidad, fábrica o área geográfica que la ha construido o lo utiliza. Este nombre puede coincidir o no con el nombre que tiene en nuestro catálogo, basado en un tesauro de términos normalizados y controlados. Por ejemplo, el pincullo (MDMB 810) aparece en el catálogo como 'pincullo' (término normalizado el tesauro) pero en la cartela utilizamos 'pinquillo' ya que es el más común en Ecuador, de donde proviene el instrumento. En algunos casos hemos seguido utilizando nombres genéricos entre corchetes, cuando no hemos conseguido averiguar el nombre vernáculo del instrumento. Es el caso del aerófono japonés MDMB 928, identificado con el genérico [flauta de pico].

Aeròfon japonès, MDMB 928 (Fotografia: Jordi Puig)

En el caso del MDMB 846, no nos constaba ningún nombre vernáculo y la cartela antigua lo identificaba con el nombre genérico 'cuerno'. Ahora hemos podido saber que es un ‘waqra’, y esto nos ha llevado a pensar que posiblemente está montado al revés, ya que todos los waqra que hemos visto referenciados tienen forma espiral, y este no.

Cartel·la del waqra

Autoría

El autor de un instrumento puede ser una persona, un taller, una familia, una fábrica, una persona que trabaja con seudónimo, una cultura... o lo más probable: que no podamos identificarlo. La renovación de cartelas nos ha permitido añadir autorías que no constaban y revisar términos. Por ejemplo, en el mvet MDMB 679 hemos cambiado 'Atribuido a Fang' por 'cultura beti', que es tal como esta etnia africana se autodenomina. En el caso de los instrumentos tibetanos pero construidos en Nepal, hemos incorporado 'Cultura tibetana' como autoría para distinguirlo.

Lugar de ejecución

Es el lugar donde se ha construido o fabricado el instrumento. Como norma de estilo, escribimos el lugar en catalán con el nombre oficial actual y priorizamos las denominaciones geográficas antes de que las administrativas. Por ejemplo, escribimos Nueva Guinea para indicar la isla de Nueva Guinea, a pesar de que administrativamente la mitad pertenece a Indonesia y la otra mitad a Papúa-Nueva Guinea.

Hemos modificado lugares que han cambiado de nombre oficial, por ejemplo en el talam (MDMB 949) hecho en la ciudad de Orissa (India), que ahora se llama Odisha. También hemos eliminado redundancias como 'Barcelona, Cataluña, España' o 'Madrid, Comunidad de Madrid'.  El nombre de la región o del país sólo se indica en caso de que la localidad sea poco conocida o como sucede en los Estados Unidos, si hay varias ciudades con el mismo nombre. El fonógrafo Edison Bell (MDMB 373) está fabricado en Orange, Nueva Jersey, pero también hay Orange en Massachussetts, California, Connecticut, New Hampshire, Ohio, Texas, Vermont y Virginia.

any_state_but_yours.jpg

Datos de ingreso

Para dar valor a las donaciones como acto de generosidad y de contribución al patrimonio del museo, incluimos la información de ingreso solamente si es una donación o bien si es una compra que forma parte de una colección importante, como la Colección Folch-Baget o la del guitarrista Miquel Llobet. Por otra parte, hemos eliminado la fecha de ingreso porque creemos que se presta a confusión con la datación de la pieza, y es una información que aporta poco a la visita en general y que se puede encontrar en el catálogo en línea.

 Una vez impresas las cartelas las hemos colocado en el suelo al lado del instrumento o bien delante de las peanas, siguiendo el orden de lectura recomendado: de arriba a abajo y de izquierda a derecha.

Col·locació de cartel·les a les vitrines

Después de unos meses de prueba, el resultado es enormemente positivo. Quedan todavía un centenar de cartelas para renovar, pero la mejora en la lectura y en la flexibilidad de la exposición nos anima a continuar. Esperamos vuestros comentarios y reflexiones sobre las nuevas cartelas para ayudarnos a mejorar.