El Ayuntamiento de Barcelona y Cossetània Edicions publican la ‘Guia de flora urbana de Barcelona’, de Pere Barnola y Josep M. Panareda, que expone una muestra de las más de mil especies vegetales que tenemos en la ciudad, y la ‘Guia de fauna urbana de Barcelona’, de Sergi Garcia y Martí Franch, una recopilación de la fauna más representativa y, en muchos casos, desconocida de Barcelona.
La Guia de flora urbana de Barcelona incluye más de ciento veinticinco especies vegetales ordenadas por el nombre científico y las denominaciones en catalán y castellano. La publicación da prioridad a las plantas que crecen espontáneamente en torno a espacios construidos y/o alterados por la acción humana o por los animales domésticos, las denominadas plantas ruderales, que suelen ser anuales, como los bledos y los amarantos, con dos momentos álgidos, la primavera y el final del verano.
La ciudad de Barcelona, sin personas, estaría dominada por un gran bosque “constituido por encinares, la encina sería el árbol más abundante en muchos lugares, junto con robles y otros árboles, sobre todo caducifolios. En hondonadas y sectores sombríos, sobre todo sobre tierras profundas, el dominio de caducifolios sería absoluto, con robles, serbales, arces, olmos y fresnos”. Con estas palabras explica Pere Barnola cómo sería esta vegetación, con predominio ahora de la flora urbana, que encontramos por toda la ciudad, en las paredes de los edificios, en los muros, en las calles, en los rincones abandonados y en los parques y jardines. Es en estos últimos espacios donde encontramos más diversidad: “Al lado de plantas vivaces, arbustos y árboles plantados suelen crecer un buen número de especies oportunistas, que aprovechan los espacios vacíos, el agua de riego o la fertilidad de la tierra abonada. Según el microclima de cada rincón y el tipo de suelo, crecen plantas diferentes. La mayoría producen numerosas semillas que se esparcen por todas partes y germinan con facilidad. Las tareas de mantenimiento de los parques y jardines también condicionan su presencia y desarrollo”.
Fauna con la que compartimos la ciudad
Con la Guia de fauna urbana de Barcelona tendremos conocimiento de todas las especies que nos rodean, además de las ya conocidas, como palomas, cucarachas, ratas y gorriones. Esta guía recoge especies vertebradas e invertebradas que se presentan en tres ambientes urbanos: los edificios, los jardines y los espacios acuáticos.
“El distanciamiento, en todos los sentidos, del ser humano y la naturaleza que lo rodea se ha ensanchado en los últimos tiempos, a pesar de los numerosos esfuerzos contra esta deriva. Las advertencias de la importancia de conservar la biodiversidad, las iniciativas políticas o las estrategias empresariales parece que no han sido suficientes. A consecuencia de este distanciamiento, el desconocimiento de los valores y de los entornos naturales se ha generalizado y llega a todos los estamentos”, explica Sergi Garcia, autor del libro.
La guía va acompañada de fichas explicativas que dan información sobre el rol ecológico de cada especie, como la transparencia del agua y la limpieza de las balsas gracias a las pulgas y los caracoles acuáticos; la polinización por la acción de los abejorros, las mariposas, etc.; el control de mosquitos gracias a las notonectas, las libélulas, etc., o el control de la procesionaria del pino, en el que contribuyen las abubillas, los carboneros, los murciélagos o los vencejos.