“Este año no ha sido posible, pero en el 2023 este barrio tendrá luces de Navidad”: eso se podía leer en el 2022, después de un intento fallido de poner luces de Navidad en el barrio de Torre Baró. Y efectivamente, aquella reivindicación vecinal se hizo realidad y el día 24 de noviembre de este año el vecindario encendió las primeras luces de Navidad de la historia del barrio.
Quien conoce la zona de Torre Baró sabe que no es un lugar ni de tiendas ni de ocio y, por lo tanto, sin ejes comerciales que son al fin y al cabo, quienes organizan las decoraciones lumínicas de las calles del resto de la ciudad. “El último bar de la zona norte cerró hace poco y ahora sólo queda el Centro Abierto Torre Baró como lugar de encuentro” nos comenta, para ponernos en contexto, Juan López-Luna, director del Centro. También nos explica que las luces son una reivindicación antigua de los vecinos y vecinas del barrio, que ven cómo el resto de barrios están iluminados para Navidad. En el 2022 se intentaron colocar unas bombillas recogidas en el punto verde, pero al ver que no quedaban nada bien, decidieron aplazarlo al 2023 para conseguir financiación.
Y así fue como las personas usuarias del Centro, que son muchas familias del barrio, acabaron organizando la creación de unos arcos lumínicos que se han colgado y encendido en diferentes espacios, con la ayuda y la financiación del Pla de Barris, el programa municipal que impulsa acciones que reducen las desigualdades en ámbitos como la educación, el empleo o el espacio público.
Cogieron como ejemplo el proyecto Raval Km0, que desde el 2020 ha creado de manera comunitaria más de 170 arcos navideños. Se ha replicado el proceso, pero el estilo y los motivos de los 13 arcos de Torre Baró son diferentes: los han dibujado y producido los niños, niñas y familias que forman parte del Centro, y encontramos elementos referentes del barrio por ejemplo un jabalí, la Torre Baró y uno muy reivindicativo que dice: “Torre Baró existe y resiste”.
El Centro Abierto de Torre Baró es un proyecto que lleva 30 años en el barrio gracias a una colaboración entre dos entidades, Cáritas y Suara, que trabajan, este espacio socioeducativo no formal, para dar respuesta a una necesidad de los niños y de muchas familias de uno de los barrios más vulnerabil de la ciudad. Según explica Juan López-Luna, ofrecen, entre otros, refuerzo escolar, talleres socioeducativos y de artes plásticas y deportes. Se han convertido en un espacio de referencia para muchas familias, que como en el caso de las luces, se organizan para hacer reivindicaciones y trabajo comunitario más allá del uso del Centro.
Este año la fiesta de inauguración de las luces fue muy emotiva y refuerza la idea de que la acción comunitaria es imprescindible para dignificar los barrios y la vida de su vecindario. Para el 2024, este vecindario desea que se puedan hacer muchos más arcos lumínicos navideños y así iluminar todavía más Torre Baró.