Después de un año de COVID-19, a la crisis sanitaria, económica y social hay que sumar los efectos que la pandemia tiene sobre la salud mental y emocional de las personas.
Lo evidencia la encuesta COVID-19 en Barcelona, que en abril del 2020 ya señalaba que un 44 % de las personas encuestadas habían vivido el confinamiento de manera “dura” o “muy dura”.
El apoyo emocional del tejido vecinal ha permitido que las personas en situaciones más vulnerables puedan sentirse acompañadas, escuchadas y reconfortadas para afrontar el día a día.
El proyecto “Casales comunitarios” aporta recursos, por ejemplo iniciativas como los espacios de salud emocional para entidades, la movilización de grupos de voluntariado para ofrecer apoyo a quien más lo necesita o una peluquería solidaria, ejemplos de que la solidaridad vecinal puede sostener vidas.
¿Qué se hace en los barrios?
Recopilación de iniciativas impulsadas por redes vecinales y que tienen el apoyo del programa “Casales comunitarios”:
Nou Barris
- “Apadrina un vecino”: apoyo emocional a las familias o personas más necesitadas.
Casal de Barrio Torre Baró (Zona Nord)
- Taller de costura: nuevo espacio de costura dirigido a las personas aficionadas a la costura o a quienes les interese el tema, así como con ganas de crear vínculos con los vecinos y vecinas.
Sant Andreu
- Espacios de apoyo emocional, se potencia de nuevo el banco del tiempo.
- “Parejas sociales”: vecinas que acompañan a otras vecinas que tienen que ir por primera vez a Servicios Sociales.
Sant Martí
- Espacio de salud emocional para personas de entidades que trabajan cara a cara con personas afectadas por la crisis.
- “Caminatas saludables”: organización de paseos saludables por el barrio para combatir la soledad.