Migraciones de ayer, construyendo Barcelona

27/02/2023 - 16:09 h

Acción comunitaria. El pasado 24 de febrero se celebró la Jornada ‘Migraciones de ayer, construyendo Barcelona’ para hablar entre colectivos llegados del resto del estado español hace ya muchos años.

“llegué con seis años en Barcelona, concretamente a La Verneda. Barcelona y España vivían una época casposa. Sin embargo, al cabo de poco tiempo me di cuenta de las oportunidades que Barcelona podría ofrecer”. La Begoña Simon habló así de su llegada a la ciudad, una de las muchas que se produjeron entre los años sesenta y ochenta del siglo pasado, a la Jornada “Migraciones de hoy, construyendo Barcelona”, que se celebró el pasado 24 de febrero.

A la jornada confluyeron personas de diversos orígenes del estado español, que tuvieron que dejar atrás pueblos y ciudades a la busca de un futuro – económico – mejor para ellas y sus hijas e hijos. Fue un espacio de reflexión colectiva sobre el impacto de los procesos migratorios que se dieron hacia la ciudad de Barcelona, entonces una ciudad donde el crecimiento económico ofrecía oportunidades de trabajo más altas que en muchas de las regiones españolas.

Entre la década de los cincuenta y la de los ochenta, casi un millón y medio de personas llegaron a Cataluña, una mayoría en la ciudad de Barcelona. Estos flujos migratorios fueron conformando una ciudad diversa, donde las comunidades se iban creando en función del origen. De esta manera, el formato de las Casas Regionales que fueron surgiendo, es un ejemplo de acción comunitaria antigua, pero que todavía está muy vivo. Según la federación que engloba a la mayoría de ellas, la FECARECAT, se trata de un enjambre de asociaciones que dinamizan encuentros interculturales, gastronómicos, deportivos y turísticos para construir puentes entre las diferentes culturas y Cataluña.

“Barcelona, ahora, en mi época y anteriormente, a pesar de las dificultades de las diferentes olas migratorias, es acogedora»

Durante la jornada, Núria Serra, responsble del Departamento de Interculturalidad y Pluralismo Religioso del Ayuntamiento de Barcelona, valoró la implicación de las Casas Regionales en la actividad social de la ciudad y destacó el papel y la contribución de las migraciones desde el resto de España en Barcelona, en la construcción y configuración de la ciudad. También recordó que el Ayuntamiento de Barcelona apoya a todas aquellas iniciativas y expresiones culturales de interés ciudadano que conviven en la ciudad y que hacen visible la diversidad cultural y de origen que enriquece y define Barcelona.

Otra asistente a la Jornada, lo Ángeles Alegre, también quiso expresar cómo la ciudad acogió estos flujos: “Barcelona, ahora, en mi época y anteriormente, a pesar de las dificultades de las diferentes olas migratorias, es acogedora, con un movimiento cultural impresionante y es una ciudad atractiva y que te facilita procesos de inserción”. Pero no sólo las expresiones comunitarias ayudaron al aterrizaje y las relaciones interculturales entre personas recién llegadas y catalanas de la época: una de los participantes en la Jornada, Míriam Riccobene, mencionó la figura de la Pepita Casanellas, entre otras personas que ayudaron a crear vínculos y facilitar la convivencia entre realidades diferentes: «sobre todo quiero destacar a la profesora Pepita Casanellas que fue profesora y vecina mía y me acogió y acompañó en todo momento. Aquella mujer me enseñó no sólo a aprender catalán sino también a bailar sardanas, canciones de aquí y muchas más cosas. Fue una persona muy importante para mí, la primera que me acogió aquí».