Ciutat Esperança: del estigma al orgullo de barrio

07/09/2020 - 11:54 h

Comunitarias. Este proyecto de educomunicación comunitaria llega a su fin, pero siguen activas las energías comunitarias creadas de la mano de la gente joven que ha participado en él.

Siete años atrás se inició en Nou Barris, en concreto en Ciutat Meridiana, un proyecto que quería trabajar con colectivos jóvenes para tejer herramientas que les permitieran hacer frente a algunas de las problemáticas que existían en su entorno. Ciutat Esperança, nombre que ha recibido este proyecto de educomunicación para remarcar la potencialidad del barrio, ha sido una iniciativa liderada por El Parlante.

Esta entidad ha utilizado la comunicación (teatro, juego lúdico y vídeo) para abordar la complejidad de las diversas realidades y culturas que conviven en el barrio, así como las riquezas que tiene este territorio. Ahora llega a su final como proyecto activo, pero deja detrás una propuesta metodológica (recogida en el dosier del proyecto) y un repertorio de iniciativas y espacios de encuentro donde se seguirán tendiendo puentes y se continuará debatiendo y aportando una mirada crítica a lo que sucede en el barrio.

“Queremos que sepáis que la gente de Ciutat Meridiana somos buenas personas, no como las que ponen en el diario y la tele. No todo son desahucios, sino que en este barrio también hay cosas buenas”. Con esta frase demoledora, Mario, de 15 años, y uno de los participantes del proyecto, dejaba claro cuál era una de las prioridades del proyecto: luchar contra la estigmatización que sufren avivada por el relato de los medios de comunicación, que llegaron a denominar el barrio “Villa Desahucio”. 

De todos modos, el trabajo no se detenía aquí: otros objetivos del proyecto eran la reflexión o discusión colectiva sobre los prejuicios que persiguen a la diversidad cultural, los embarazos no planificados en la población adolescente, las relaciones intergeneracionales, el cuidado de la naturaleza, la diversidad y la equidad de género, el uso responsable del espacio público y el acoso escolar.

Fortalecimiento comunitario para la transformación social  

La etiqueta de barrio conflictivo, pobre y con pocas expectativas ha sido durante años un factor que ha disminuido el sentido de pertenencia, a la vez que hacía crecer la falta de autoestima colectiva y la convicción de que no se pueden cambiar las realidades desde dentro. Precisamente esta es la convicción que el proyecto ha cuestionado para poner en manos de los protagonistas las vías de transformación social. 

Como se recoge en el dosier, “especialmente en los proyectos relacionados con la salud y las relaciones personales, como los que trataban problemáticas como el embarazo no planificado o el acoso escolar, las personas jóvenes se vieron en sí mismas como líderes y promotoras del cambio entre sus comunidades de iguales”.

La comunicación como herramienta transformadora

El proyecto ha dado muchos resultados, entre ellos más de 35 piezas audiovisuales, pero sobre todo aprendizajes de comunicación comunitaria y colaborativa de la gente joven del barrio que quedan como herramientas para trabajos futuros. De hecho, como banderas del proyecto quedarán un casal de jóvenes y una auténtica productora audiovisual. 

La Meri Productions surgió de las dinámicas creadas durante las diferentes temporadas del proyecto, y desde el 2018 es una entidad que anda sola, de la mano de sus fundadoras, jóvenes que participaron en el proyecto. 

Tal como destacan los y las jóvenes protagonistas del proyecto y las entidades dinamizadoras, lo más importante ha sido el proceso de diálogo y trabajo comunitario, que ha permitido redefinir su lugar en la ciudad y en el mundo a partir de narrativas nuevas y esperanzadoras.

La comunidad “Esperança”: jóvenes, entidades y administraciones

Ciutat Esperança nacía de la necesidad de trabajar desde la comunidad. Por esta razón, se encargó el Plan comunitario de Ciutat Meridiana, impulsado por el Ayuntamiento de Barcelona, a la entidad cultural, social y educativa El Parlante. Aunque también han participado otros agentes: el PES Cruïlla Salesians Sant Jordi, la Agencia Pública de Barcelona, la Diputación de Barcelona y la Generalitat de Catalunya. 

La asociación El Parlante trabaja desde el 2009 el empoderamiento de colectivos diversos y vulnerables con una aproximación metodológica que vincula la participación, la comunicación y la educación popular con la transformación social. A lo largo de estos siete años, en Ciutat Esperança han desarrollado cocreaciones participativas basadas en el lenguaje audiovisual, así como en la creación de diferentes espacios de encuentro físicos y virtuales interculturales e intergeneracionales.