Feminismo, interculturalidad, comunidad y espacio público, las claves para abordar la educación sexual

08/11/2022 - 15:54 h

Acción comunitaria. Hablamos con una técnica y formadora del proyecto Sexus&Rumba, un proyecto colaborativo de la Asociación de Bienestar al Desarrollo y Fedelatina.

“Mi cuerpo, mi placer” es la declaración de intenciones del proyecto Sexus&Rumba, una iniciativa dirigida a jóvenes que nace entre la colaboración de dos programas: “Sexus” de la Asociación de Bienestar al Desarrollo y “Rumba tu sueño” de Fedelatina.

La particularidad de este proyecto es que rompe todas las barreras «no son personas adultas, sino que somos los jóvenes quienes nos dirigimos a otros adolescentes y jóvenes para hablar de sexo«, explica Johanna, una de las chicas que ha recibo formación y que junto con otras compañeras participa en las intervenciones que se realizan en el espacio público. Una buena manera para empezar a romper los tabúes que según la joven todavía existen en torno a la educación sexual.

El proyecto consta de tres pilares fundamentales. La primera fase es formar a jóvenes de Ciutat Vella, implicados en entidades comunitarias o espacios juveniles, en el ámbito de la sexualidad. «Reciben una formación de 15 horas y se les facilitan recursos sobre educación sexual desde una perspectiva feminista e intercultural». La segunda y tercera fase es, tal y como detallaba Johanna, intervenir en el espacio público y hacerlo directamente las jóvenes que han recibido esta formación. Para Aldana Menéndez, coordinadora técnica de Sexus&Rumba, éste es el punto más importante “es un contacto directo con la población, y además, nos es muy útil para actualizarnos y detectar cuáles son las necesidades, qué contenido o dudas tienen los y las adolescentes«. Las formadoras hacen este tipo de práctica y además de disfrutar de gastos básicos como el transporte subvencionado y obtener un certificado, el próximo año serán ellas quienes formen en la nueva tanda de voluntarios en el proyecto.

La plaza del MACBA, la Fiesta Mayor del Raval, la de la Barceloneta o incluso las Fiestas de La Mercè han sido escenario de estas intervenciones donde un grupo de entre tres o cuatro jóvenes y dos técnicas plantan un stand en medio de la plaza con información y «material totalmente gratuito y para todo tipo de cuerpos». «También tenemos modelos anatómicos de vulvas y pene para mostrar la diversidad corporal de la anatomía sexual. El primer contacto se acostumbra a hacer desde la risa y eso también nos preocupa porque se traduce en el hecho que si tú no conoces tu cuerpo, es difícil que puedas protegerte«, concluye la coordinadora.

Problemas de accesibilidad

Otro de los temas que genera cierta controversia son los métodos de la gestión del sangrado. Copas menstruales, bragas o las más utilizadas, compresas y tampones, son algunas de las opciones. Aldana señala que pese a conocer los distintos métodos existe un problema general de accesibilidad «la gente conoce qué es, pero por su precio no lo utilizan». Lo mismo ocurre con los métodos preventivos, hay muchas opciones más allá de los preservativos, «pero después van al CAP o al Espai Jove y solo tienen condones». «Al final hablamos de la diversidad de métodos para que cada uno elija lo que mejor le funciona, pero a la hora de la verdad desde los servicios públicos no son productos accesibles y eso se agrava porque estamos hablando de adolescentes, que de entrada , tienen unos recursos bastante limitados» destaca Menéndez.

Feminismo e interculturalidad

Abordar la salud sexual desde una perspectiva feminista e intercultural es el punto de partida de Sexus&Rumba «porque debemos pensar y transmitir la educación sexual como una garantía de derechos«.

La sexualidad está muy influenciada por nuestros entornos: familia, instituciones y, evidentemente, la cultura tiene un peso muy importante. «Si no abordamos también esta vertiente es muy difícil poder hacerlo de forma integral». En este sentido, «si no tenemos en cuenta que la iniciación sexual, en algunas culturas es a partir de la penetración anal, porque se entiende que la penetración vaginal está relacionada con la construcción social de la virginidad, transmitimos una información limitada y, por tanto, nuestro mensaje no llega». Por eso, es tan relevante incorporar el componente cultural. Para reforzarlo en el proyecto no sólo se traducen los materiales pedagógicos, sino que se adaptan culturalmente a los diferentes colectivos.

El abordaje comunitario de la iniciativa

«Uno de los objetivos es que se vinculen jóvenes del territorio para que después haya un retorno al barrio». Para garantizar este arraigo existe una coordinación con entidades comunitarias del territorio: asociaciones juveniles, dispositivos del Ayuntamiento como el Punt Jove o el Espai Jove, pero también con las entidades de población migrante, como el Casal dels Infants del Raval y con las educadoras de calle, «que al final, son las que conocen cuáles son los puntos de socialización y de fiesta y conocen cuáles son las necesidades de la población». «Es un proyecto que sin este trabajo comunitario no tendría sentido. No se trata de que nosotros lleguemos, plantemos el stand y nos vayamos, hay toda una tarea previa y la idea es que el aprendizaje se quede en el barrio».