Néstor Almendros, un legado cinematográfico y vital que vuelve a casa
Laura Gavaldà y Jaume Peracaula presentan ‘El retorn de Néstor Almendros’, una obra que explora la vida y la obra del oscarizado director de fotografía, un hombre que vivió entre exilios y encontró en el arte una forma de cerrar sus heridas. La obra combina recuerdos familiares con un análisis detallado de su trayectoria profesional.

En la editorial Comanegra, familiares, amigos y profesionales del mundo del cine se reunieron para recordar la figura de Néstor Almendros, uno de los directores de fotografía más influyentes del siglo XX. El acto contó con la presencia de Laura Gavaldà, autora del libro, y Jaume Peracaula, director de fotografía y amigo cercano de Almendros, quien compartió recuerdos y anécdotas sobre el cineasta.
Una vida marcada por el exilio
Jaume Peracaula recordó la figura de Almendros con nostalgia y admiración, y destacó su pasión por el cine y su profunda vinculación con la cultura española, a pesar de su trayectoria internacional. “Él quería ver el cine español, lo que no llegaba a los Estados Unidos. Siempre estuvo unido con la industria de aquí, pero nosotros no supimos darle el lugar que se merecía”, lamentó Peracaula. Esta falta de reconocimiento en Cataluña y España contrasta con la devoción que le tienen en Francia y Estados Unidos, donde su obra ha sido muy valorada. “Néstor Almendros era un ciudadano del mundo, pero su corazón siempre estuvo en Cataluña“, recordó Peracaula.
El libro de Laura Gavaldà profundiza en este contraste y explora cómo Almendros encontró en el exilio una fuente de inspiración artística, pero también una herida que nunca cicatrizó del todo. “¿Cómo es que un hombre cosmopolita, reconocido y aclamado en todas partes quiso que sus cenizas volvieran a Calders?”, se preguntaba la autora. Según su investigación, las heridas vitales del artista —el exilio, la represión de su orientación sexual en Cuba y las dificultades en su carrera, por su expresión artística— le llevaron a buscar un cierre simbólico en su tierra natal.
El legado de Néstor Almendros y su reconocimiento internacional
“Era un maestro de la luz natural, capaz de transformar cada plano en una obra pictórica”, señaló Jaume Peracaula. Su relación con figuras clave del cine europeo y americano, como François Truffaut y Terrence Malick, fue fundamental en su carrera, ambos directores confiaron en él para proyectos esenciales dentro de sus filmografías.
El acto derivó en una conversación sobre la importancia de preservar la memoria de grandes artistas a menudo eclipsados por el paso del tiempo. “Las historias, cuando quieren salir, buscan a una persona y hablan a través de ella”, explicó la autora, quien ha descubierto detalles sobre Néstor Almendros que ni sus colegas más cercanos conocían.
A pesar de su éxito internacional, Almendros nunca olvidó sus raíces catalanas. Su madre, Maria Cuyás, fue una figura central en su vida, y su vuelta a Cataluña en 1984, después de décadas en Cuba, marcó un punto de inflexión en su trayectoria vital. “Él luchó para traerla aquí y, cuando lo consiguió, cerró una herida”, explicó Laura Gavaldà.