Ágora musical: Ikram Bouloum

Ha-bb5: herramientas para trascender los estereotipos de género, raciales y de clase en la pista de baile

Un diálogo sobre el álbum EP de la polifacética artista Ikram Bouloum que construye narrativas musicales abiertas a la diversidad de imaginarios y sentimientos a la música electrónica de baile contemporánea.
 
En colaboración con el Ágora musical, de la línea cultural del proyecto de Transformación de Las Ramblas, el Espai Avinyó propone un espacio de diálogo abierto, para comentar en primera persona y en clave intercultural Ha-bb5 (So urgent, 2021), el álbum donde la DJ, agitadora cultural y periodista musical, Ikram Bouloum, donde debuta como cantante y compositora con letras en catalán, inglés y amazigh, su lengua materna. 
 
La conversación tuvo lugar el sábado 23 de octubre en la Plaza Real y al aire libre, fue acompañada por Vignesh Melwani, cantante y profesor de música, formado en humanidades y danza kathak. Ikram comparte con Vinesh su experiencia en los clubes y fiestas alternativas de la ciudad, tanto en su pueblo natal Torelló, a inicios de su carrera, como luego en Barcelona, ciudad donde ha trabajado como fotógrafa y periodista y luego como DJ, pinchando en numerosas fiestas y clubs de baile como el Club Marabú, espacios que considera escuelas de aprendizaje.
 
En paralelo, escuchamos las cinco composiciones de su álbum EP, una viaje donde el número de canciones representa la Mano de Fátima: “un amuleto de protección de origen amazigh y magrebí, para enfrentarse, en este caso, a todos los estereotipos musicales y de género”. La mezcla de sonidos y escalas tradicionales de la música del Magreb y de la electrónica contemporánea componen la narrativa del álbum, protagonizada por “arquetipos e imágenes poéticas” dice Ikram, que devienen también “herramientas” para crear un “espacio atemporal” de existencia y “posibilidad de múltiples imaginarios”. 
 
Destacamos del diálogo algunas herramientas, como las llama Ikram:
  • La potencia poética y política de retomar la oralidad y tradición del amazigh, “lengua que ha sido históricamente perseguida” explica, para comentar el proceso migratorio de sus padres, de origen marroquí a través de la voz, una herramienta para confrontar musical y conceptualmente las emociones surgidas del choque cultural (Occidente/Oriente) y conjurar a sus “hermanas de tierra”, como llama Ikram a las generaciones futuras de jóvenes que migran.
  • La vida nocturna, las sesiones de DJ y la pista de baile fuera de las discotecas, como espacios políticos para “performar la pluralidad de identidades”, propone Ikram y convertirse en un lugar de referencia y representación de personas racializadas, migradas, sexodisidentes y de identidades múltiples, haciendo eco del “Nou Club / Club deconstruido” en Nueva York.
  • El disenso frente a categorías exotizantes presentes en la industria musical como por ejemplo el “World Music”, que son producidas, dice Ikram, “desde una perspectiva unidireccional y para un público occidental” y que acaban determinando la programación de festivales de música de la ciudad.