Bailes · Músicas · Resistencias | El Caribe

Celebrar y reflexionar sobre la riqueza del Caribe como motor de resistencia cultural, destacando cómo sus ritmos mantienen viva la memoria.

El Espai Avinyó, en colaboración con Mescladis y la Productora de arte y cultura Cariño, organizó una charla y una jam session dentro del ciclo Bailes · Músicas · Resistencias en el Altell del Lliure, con la anfitrionía de Danilo Marinho. En esta sesión, dinamizada por el cartagenero Leo Pizarro y con el apoyo de Juliana Otálvaro de Cariño, la diversidad musical del Caribe fue el hilo conductor.

Bajo el paraguas del “Caribe latinoamericano” y los ritmos de las invitadas, escuchamos a Papa Orbe, músico multiinstrumentista cubano con más de 30 años de trayectoria; Marina Molina, cantante y compositora puertorriqueña, líder de Marina y su Melao; el historiador, poeta y editor cubano-español Arsenio Rodríguez; y la flautista, profesora de música y gestora cultural de origen dominicano Arelis Benítez. Entre la reflexión y la celebración, se profundizó en las raíces y las prácticas históricas y culturales africanas e indígenas de las músicas.

A través de las canciones seleccionadas por cada invitada, se abordaron de manera crítica y vivencial temas como la desigualdad socioeconómica, en contraste con la imagen idealizada del Caribe; las influencias musicales recíprocas; las resistencias a la globalización y su cooptación; las dificultades y oportunidades para alcanzar el sueño migratorio; así como el patriarcado y el colonialismo, vistos desde la cotidianidad.

Algunas reflexiones del diálogo:

  • “Con la ayuda de nuestros invitados, profundizaremos en géneros icónicos como la bomba, la plena, la bachata y el rock caribeño, conectándolos con expresiones de celebración y resistencia aquí, en Barcelona. Queremos romper con la idea reduccionista que asocia al Caribe solo con la salsa o el reggaetón para revelar su magia, complejidad y extensión”, explica Leo Pizarro.
  • “Traje una canción de plena, muy arraigada a la cultura puertorriqueña y protagonista de las parrandas navideñas, donde, con tambores, panderetas y alegría, vamos de casa en casa. Pero la plena no existiría sin la bomba, un espacio que preserva la historia del cimarronaje y la resistencia de las personas negras”, explica Marina Molina.
  • “Esta canción, Bacalao con pan, fue creada por Chucho Valdés en los años setenta y ganó el primer Grammy de un músico cubano viviendo en Cuba. Escuchen los batás, los tambores e incluso algunas palabras en abacuá, una lengua africana. Es rock cubano, un género poco reconocido”, dice Arsenio Rodríguez.
  • “La bachata, como la de Antony Santos, es originaria de los pueblos rurales de la República Dominicana y tiene raíces profundamente negras. Es una celebración popular, pero fue marginada y asociada a la pobreza. Sobrevivió a la dictadura de Trujillo, que intentaba blanquear la música nacional y privilegiar solo el merengue”, explica Arelis Benítez.
  • “Cuando hablamos del Caribe y su música, a menudo no pensamos que el Caribe hispanohablante también tiene una parte anglófona. Rumba en Cahuita, del costarricense Walter Ferguson, mezcla los dos idiomas. La palabra rumba se extiende: hay rumba congoleña (soukous), rumba catalana, y hasta oye mi rumba podría ser una frase de son cubano, porro, cumbia o plena”, explica Papa Orbe.

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