Diálogos Literarios | El Evangelio según Ernesto Cardenal
El 1 de marzo del 2020 nos dejó Ernesto Cardenal, poeta, sacerdote y revolucionario nicaragüense, figura clave de la teología de la liberación latinoamericana. La importancia y repercusión de sus poemas y escritos tanto en sus faceta mística como en los procesos revolucionarios del pueblo nicaragüense y latinoamericanos, forman parte de un gran legado que continúa vigente para religiosos, ateos, amantes de la ciencia, pero, sobretodo, a aquellas personas que luchan por la justicia social.
El jueves 12 de noviembre de 2020 el Espai Avinyó dio inicio al ciclo “Diàlegs Literaris” un espacio de encuentro que, en formato distendido, propone realizar lecturas compartidas de textos de escritoras y escritores de diversas geografías, historias y líneas de pensamiento con el objetivo de promover un intercambio con diversas realidades, tiempos y formas de entender el mundo.
En un primer momento, para la contextualización de Ernesto Cardenal en el marco de su propuesta teológica liberadora, contamos con las anécdotas y lecturas de José Ignacio González Faus, jesuita y miembro del área teológica de Cristianismo y Justicia. Para reseñar su legado literario, Tania Pleitez, Doctora en Filología Hispánica por la Universidad de Barcelona (UB), nos guió por los hitos biográficos y literarios más representativos . Y como elemento sorpresa, nos conectamos con Arlen Centeno, feminista nicaragüense, que nació y creció en la comunidad y familia que acompañó a Ernesto Cardenal en la fundación de Solentiname. Con la ayuda de la dinamización del colectivo de escritura creativa En Palabras [ relatos migrantes], dimos inicio a las lecturas compartidas de algunos textos de Cardenal donde el público tuvo la oportunidad de leer en primera persona y comentar nuevas anécdotas e historias vinculadas al universo de Ernesto Cardenal.
Ernesto Cardenal sostuvo una vida un poco inusual para un sacerdote, fue más allá de su cargo eclesiástico y de lo que se esperaba de él. José Ignacio González Faus parafraseando a Thomas Merton, monje Getsemaní que era una especie de padre espiritual de Cardenal, dijo “La vida contemplativa es un semi éxtasis y 20 años de desierto”, y esta frase podría definir bastante bien la vida de Cardenal, en cuanto a esas dualidades que marcaron su vida. La poesía, la revolución sandinista y su interés en la ciencia formarían parte de ese semi éxtasis y su rol como sacerdote, su amor y devoción a Dios podrían representar ese desierto.
Entre las ideas que compartíó Tania Pleitez destacamos:
- Fue precisamente en Kentucky, Estados Unidos, cuando estuvo en la abadía de La Trappa que publicó “Antología de la poesía norteamericana” (1963) y esto le llevó a acuñar un término llamado “exteriorismo” donde hablaría de un género o más bien una manera de escribir poesía. Se basó en la obra de poetas como Walt Whitman, Ezra Pound o John Ashbery, y en su descripción de la vida rural y urbana, y muy costumbrista, además del carácter narrativo, que no anulaba la intimidad humana e incorporaba un mundo exterior.
- Para Cardenal, la poesía era liberadora y debía incorporar la lucha liberadora de los pueblos, además de denunciar todos esos problemas sociales y estructurales. En su caso, la poesía iba de la mano de reclamos reivindicativos, que también forman parte de los valores de la Teología de la Liberación, una rama del cristianismo que se caracteriza por considerar que el Evangelio exige que se asuman mayores compromisos para cambiar las injusticias cometidas contra las personas que están en los márgenes.
-
Su posición política le llevó a que le excomulgaran de la Iglesia Católica, y tuvo un encontronazo con el Papa Juan Pablo II, y después llegó a ser muy crítico del régimen de Ortega. Cardenal vivía constantemente entre dualidades, no se suele esperar que un sacerdote sea muy político, ni tampoco que sea firme creyente de la ciencia, pero él creía que la ciencia podía perfectamente convivir con la religión.