«¡Mag Karaoke Tayo!» Canciones y memorias de denuncia
En el marco de dos hitos importantes para la diáspora filipina, el Espai Avinyó amplifica una actividad musical entorno a las prácticas cotidianas de resistencia de la comunidad.
Primero, el 19 de marzo, el aniversario de la revolucionaria filipina Gabriela Silang, líder del movimiento independentista llocano de España, y segundo, el 21 de marzo, Día Internacional de la eliminación de la discriminación racial.
Así se celebra la acción Mag Karaoke Tayo el pasado 19 de marzo en el Ateneo del Raval, un diálogo entre canciones, historias y sonidos recurrentes de la memoria colectiva de la diáspora filipina en Barcelona. Una buena excusa para contrarrestar la historia colonial que conecta con las dinámicas de racismo, opresión y estigmatización hacia esta comunidad en Barcelona.
Para dinamizar el acontecimiento contamos con Catàrsia, colectivo artístico-político/artivista antirracista, feminista y anticapitalista de asiáticodescendientes de Barcelona. A través de esta selección de canciones, Catàrsia invita a la comunidad a dialogar y a pensar problemáticas cotidianas y políticas.
Para romper el hielo y los silencios, la actividad propone la práctica del karaoke, que en palabras de Gemma Ferreón se trata no sólo de cantar: «El karaoke -para la comunidad filipina- es un momento en el cual nos juntamos, nos explicamos historias, nos lanzamos mensajes que no nos atrevemos a decir, y es un momento sobre todo de compartir”. Y en este caso, compartimos historias que han sido invisibilizadas. Por una parte, las canciones en directo activan la memoria entre las personas invitadas de origen filipino y por otra parte, contextualizan su contenido, relacionando el proceso migratorio con el sentido de pertenencia de la diáspora filipina.
El acontecimiento empieza poniendo en contexto la historia de migración de la comunidad filipina en Barcelona, que lleva desde los años ochenta al centro de la ciudad. Se desconoce, para una mayoría dominante, la relación entre la historia colonial entre España y Filipinas y la migración. De hecho, en el imaginario colectivo, una mujer filipina se piensa como una trabajadora del hogar, y un hombre filipino con alguien que trabaja en la hostelería, reproduciéndose un imaginario estereotipado de la comunidad. Sin hablar de la mirada y de los mecanismos de opresión que ejerce esta propia mirada.
A través de una versión de la canción Toxic de Britney Spears, se cambió la letra e, incluso, el título: Racist (racista en castellano) se señala la fetichización y el exotización de las mujeres asiáticas. Desde el humor se rebate el estereotipo en que las mujeres asiáticas son obedientes, sumisas, calladas y exóticas. Incluso una asistente llegó a comentar el nocivo y peligroso que es este imaginario, ya que esta hipersexualización, denuncia, puede llegar a ser motivo de violencia, como por ejemplo en los recien atentados en los Estados Unidos, donde seis mujeres asiáticas – se asume que diversas de ellas eran trabajadoras sexuales -, fueron asesinadas.
Después se mostraron dos videoclips: The Apl song de The Black Eyed Peas y Walang Natirade Gloc 6. Estas canciones tratan la migración filipina desde la crítica hacia la vida moderna en Occidente, la soledad que lleva, la añoranza de la vida comunitaria en Filipinas y de toda la gente que deja el país: enfermeras o profesoras, que después acaban en el extranjero, de trabajadoras del hogar y de los cuidados, sin derecho laboral, por ejemplo.
En una versión de la canción Sorry de Justin Bieber la letra se cambia para hablar de la colonización de Filipinas y de la imposición de otras costumbres, nombres y lenguas en el país, que fue acompañada de la lectura del manifiesto que Catàrsia presentó el pasado 12 de octubre, en el Día de la Hispanidad. Ferreón comentó cómo esta influencia española perdura, por ejemplo, en el idioma, ya que en tagalog se siguen usando palabras españolas como “cuchara”, “tenedor” o “mesa”, o incluso la existencia del chabacano, una lengua de Filipinas que se habla en Mindanao y otras zonas (incluso parte de Malasia e Indonesia) de base española y con estructuras gramaticales de lenguas originarias.
Ferreón también puso el acento en cómo hoy día muchos filipinos tienen apellidos españoles, en lo que Mary Grace Hernandez, otra integrante de Catàrsia, comentó: “En la secundaria aprendí que España colonizó a Filipinas y Cuba, así que me pregunté, y, ¿qué más pasó? Por mi cuenta investigué y aprendí que un general de Girona llegó a Filipinas e hizo una lista de apellidos españoles que serían usados por zonas, por orden alfabético, para que los indígenas pudieran pagar impuestos. (…) A veces pensamos entre nosotros que somos primos, pero es porque nos impusieron el mismo apellido.”
Es así como a través de un karaoke de canciones del OPM (Original Pilino Music), canciones de Filipinas en tagalog y canciones intervenidas, se hace memoria y se construye diálogo en torno a las diferentes problemáticas que atraviesan a muchas personas de origen filipino en Barcelona.