Museos (Im)posibles | Un cubo blanco en el Raval
El jueves 17 de junio, el Espai Avinyó acogió la 2a edición del ciclo Museos (Im)posibles con la charla y taller “Un cubo blanco en el Raval” a cargo de Suset Sánchez, organizada en colaboración con el MACBA en relación a la colección permanente.
Teniendo en cuenta las reflexiones y preguntas claves de la primera sesión del ciclo Museos (Im)posibles, se propuso visitar, la colección desde otro lugar y preguntarnos: ¿Cuál es la intención, naturaleza, origen, jerarquía y contraposición de los objetos presentados? ¿Qué nos dicen? Para quién han sido creados? ¿Quién está representado? ¿Cómo están presentados? ¿Quién hace de narrador/a? ¿Quién escucha (a quién va dirigido)? ¿Qué sentimos? ¿Dónde estamos en la colección?
Para generar este diálogo invitamos a Suset Sánchez, comisaria, crítica de arte e investigadora, licenciada en Historia del Arte por la Universidad de La Habana (2000) y Master en Historia de las Artes Contemporáneas y Cultura Visual por la Universidad Autónoma de Madrid, la Universidad Complutense de Madrid y el Museo Nacional Centro de Artes Reina Sofía (2013).
Sánchez nos explica que para analizar el arte contemporáneo y el rol de los grandes equipamientos museísticos de las ciudades, hay que tener muy presente la relación entre la gestión pública y privada, este híbrido que se ha creado a través del concepto de la industria cultural. Esta relación está influenciada, no sólo por los gustos particulares (de los mecenas actuales), sinó también por los objetivos corporativos, o de la misión institucional de quien colecciona y administra las obras.
Por otra parte, cuando vamos a un museo de arte contemporáneo, seguramente nos encontraremos con una colección de “fragmentos” que obedecen al contexto histórico y geopolítico del territorio. Esta mirada fragmentada está íntimamente ligada a la vertiente nacionalista de cada institución. Por eso, lo que veremos no puede representar en sí una totalidad, sólo una visión inacabada y fragmentaria.
Otro concepto sugerente que Sánchez nos introdujo, fue el de las «zonas de contacto» relacionadas con las colecciones de los museos de arte contemporáneo. Mary Louise Pratt, lingüista y experta en literaturas modernas, definió estas zonas como «espacios sociales donde culturas dispares se encuentran, chocan y se enfrentan, a menudo dentro de relaciones altamente asimétricas de dominación y subordinación, como el colonialismo, la esclavitud, o sus consecuencias como en el mundo de hoy».
En este sentido, Sánchez nos propone ampliar la lista de preguntas que tenemos que hacernos a la hora de visitar un museo:
- ¿Cuál es la estructura que sustenta las obras?
- ¿Qué es lo que hay alrededor?
- ¿Cómo se han situado?
- ¿Cómo se han emplazado?
- ¿Cuál es el texto de sala que está situando la obra dentro de un determinado discurso?
- ¿Cuál es el movimiento que nos están forzando a hacer con el recorrido museográfico?
- ¿Por qué nos guían de una determinada manera?
- ¿Hacia qué obras están puestas la atención y cuáles adquieren una posición secundaria?
- Del archivo de la exposición, ¿qué imágenes han decidido incluir, y como se han incluido?
- ¿Cuál es la memoria que queda de una exposición?
En definitiva, las colecciones narran solamente fragmentos, sin embargo, ¿es eso una cuestión casual o intencional? Así, Sánchez nos invita a pensar sobre las ideologías y pensamientos que hay detrás de las colecciones. También nos invita a pensar qué puede ser más o menos explícito y cómo se articula la construcción política de lo que estamos viendo. El Museo de Arte Contemporáneo de Barcelona (MACBA) no es una excepción a esta realidad.
Consulta el debate generado en el taller posterior a la visita al museo a través de este <<enlace>>.