8M | Mujeres, arte y resistencia

Mujeres, arte y resistencia en el Día Internacional de la Mujer

El Espai Avinyó acogió una actividad en formato de muestra de cortometrajes dirigidos o interpretados por mujeres palestinas, para situar el arte cinematográfico y la creación artística como formas de activismo y transformación social.

De esta manera, se pudo ofrecer al espectador/a un recorrido histórico y aterrizado en el contexto actual sobre las diversas realidades palestinas, y las diversas formas de navegar y entender el género y el cuerpo. Además de poder ver la producción cultural y artística como un lenguaje en el contexto de hoy día en Palestina, situando las formas feministas de lucha y resiliencia.

Para la muestra cinematográfica contamos con la colaboración de Cinema Palestina ‘Amb Ulls de Dona’ y Nazra Palestine Short Festival, y ofrecimos 5 propuestas audiovisuales: Restored Pictures, una pieza dirigida y producida por Mahassen Nasser-EldinThe Chair de Laila AbbasThe Bus Driver, un film dirigido por Iyad AlasttalBomboné de Rakan Mayasi y Memory of the Land de la artista visual palestina Samira Badran.

Para el debate posterior entorno a las temáticas que tocaban las propuestas, contamos con la conducción de Diana Al-Rahmoun, investigadora en disidencias sexuales y de género en el mundo árabe islamizado antiguo, y con las ponentes Rema Hammami, miembro fundador del Institute of Women’s Studies en la Universidad de Birzeit en Ramala, donde es profesora asociada de antropología. Sus publicaciones tratan cuestiones enfocadas a las mujeres y el género en el contexto palestino donde se incluyen etnografías del espacio militarizado, y de resistencia diaria y cotidiana, así como las políticas de género de la industria del desarrollo y las intervenciones humanitarias. Y Samira Badran, directora y artista visual palestina que fue miembro activo en la escena artística palestina a finales de los años 70. Ha exhibido en Jerusalén, Ramala, Londres, París, España, en diversos países árabes, y en el Museo de Washington de Mujeres en las Artes. Actualmente reside en Barcelona.

Antes de empezar con la reflexión, Diana Al-Rahmoun contextualizó el marco de la charla, explicando que el objetivo era repensar las formas de lucha y resiliencia feminista, sobre todo las que se dan en contextos no occidentales. Así hay una tendencia a estereotipar y negar el concepto de diversidad cuando hablamos de la situación de las mujeres en otros contextos, generalizando y pensando la alteridad como algo único, fijo, clasificable. Al-Rahmoun explicó que igual que los movimientos feministas occidentales no son considerados como homogéneos, se tiene que pensar lo mismo cuándo se habla de otros feminismos y luchas en general.

Para enmarcar el debate, Diana explicó el orientalismo, tratándose de aquella visión desarrollada por el crítico palestino norteamericano Edward Said, como marco desde el poder, que impone una mirada primitiva, estereotipada, homogénea y deshumanizante de lo que se llama popularmente el Oriente Medio y el Oriente Lejano.

Esta visión ha construido un imaginario en el cual Palestina es vista como una región conflictiva, en guerra constante, a la cual se le asocia la barbarie y una estructura patriarcal. Se tiene que repensar sin embargo, como esta mirada realmente está atravesada por diversos ejes de poder, como el racismo, el colonialismo y la islamofobia. Por eso, Al-Rahmoun plantea: “¿Quizás se tendría que mostrar Palestina desde otro lugar, contrarrestando este relato creado desde Occidente sobre la visión que se tiene de Palestina asociada al conflicto, sobre las muestras de resistencia cotidianas, y las diferentes formas de ser mujer?».

A partir de este marco introductorio, se empezaron a tratar los temas que articularon las películas, siendo los más relevantes la memoria histórica, los checkpoints, la lucha feminista en Palestina, y la producción cultural como formas de activismo.

Las ponentes empezaron con la memoria histórica de Palestina, apuntando a desmentir la frase “Palestina es una tierra sin pueblo para un pueblo sin tierra”, a través del film Restored Pictures. En él se muestra la vida de los palestinos durante la colonización británica, gracias a las fotografías que dejó atrás la fotógrafa palestina Karima Aboud de la época. Éstas captan la prosperidad de la sociedad palestina antes de la Naqba, la catástrofe de 1948, y son un testimonio valioso de cómo Palestina era una sociedad robusta con un movimiento cultural, artístico, intelectual muy activo, y que desmantela y confronta el relato occidental.

Rema Hammami a su vez también habló de como en esta época llegó la primera ola del movimiento feminista en Palestina, formado por mujeres de clase media, y feministas contemporáneas como la conocida Hanan Ashrawi, producto de las muchas oleadas feministas a lo largo de la historia de Palestina. Aquí Rema Hammami recalcó como las mujeres, a través de la narrativa oral, además de archivos, han podido captar las diferentes dimensiones de la historia y las luchas en Palestina. Esta dimensión de preservar la memoria histórica como forma de resistencia enfrente de los intentos de erradicación Israelí sigue muy presente en los movimientos sociales y feministas hoy día.

Y hablando de la memoria, Rahmoun le preguntó a Samira Badran sobre el uso de la palabra “tierra” en el título de su corto Memory of the Land (La Memoria de la Tierra). Badran contestó que cuando la conciencia, o “el cerebro, el contenedor de memoria, es agredido, esta resiliencia se convierte en un territorio”. Y es que el territorio, especialmente el geográfico, es importante para la identidad de los palestinos y palestinas, ya que “la colonización por parte de Israel ocupa, usurpa y expolia el territorio palestino”, argumenta Badran. Así, en la Naqba, más de 420 pueblos fueron aniquilados, y hoy día los mismos palestinos no pueden acceder a los territorios del 48 sin tener un permiso de las autoridades israelíes. Permisos que son sistemáticamente denegados. Eso ha provocado una situación en la cual muchos palestinos y palestinas de Cisjordania nunca han podido ir al mar. Ésta es la generación de los acuerdos de Oslo en los años 90 donde hay una memoria muy arraigada, de forma colectiva sobre el mar. “Éste es un ataque directo a la tierra y al territorio palestino”, explica Samira.

Las ponentes pasaron a hablar también de los checkpoints por los cuales miles de palestinos y palestinas tienen que pasar diariamente, y como éstos son espacios de violencias que interseccionan con el género y otros ejes de opresión. Las ponentes defendieron que los checkpoints son elementos represivos, y Hammami explicó que ella, al trabajar en Jerusalén este, en un día puede llegar a pasar por 4 puestos de control, y un viaje de 30 minutos se convierte fácilmente en uno de 3 horas. Sobre este tema, Hammami dijo el siguiente: “Los checkpoints nos roban el tiempo, la habilidad de planificar, de tener una rutina, crean un caos, destruyen tu mundo social, es un confinamiento total, y se ha convertido en algo normal en Palestina”.

Hammami también describía las formas de resiliencia diaria y como la gente tiene que desconectar de esta violencia institucional diaria y sistemática, pensando en otras cosas cuando pasan por los checkpoints, como el mar, en algún chiste o experiencia bonita, sin negar lo que se está viviendo, pero desatando la conciencia y esta dominación psíquica para poder sobrevivir, como se ve en Memory of the Land. En definitiva, Badran comentó que “el checkpoint es una metáfora de toda la represión y colonización en la cual está sujeta el pueblo palestino”. En esta represión, según las ponentes, hay que romper el relato que se trata de un conflicto lejano, ya que Europa y otras potencias occidentales tienen mucha responsabilidad jugando un papel decisivo en la connivencia con Israel y la violación sistemática de derechos humanos. Finalmente, y para cerrar la mesa redonda Badran i Hammami interpelaron al público hablando del movimiento na violento del BDS (Boycot Desinversiones y Sanciones en el Estado de Israel) “como una herramienta para poder finalmente llevar justicia para la liberación del pueblo palestino y que éste pueda vivir en paz y dignidad”, expresó Badran.