Twitter endurece sus políticas contra la ultraderecha y sus mensajes de odio

Noticia escrita por Laia Tarragona Fenosa

La plataforma tendrá en cuenta no solo la actividad en Twitter sino también el comportamiento de un individuo fuera de la red social

 

Las redes sociales como Twitter y Facebook son, desde hace años, objeto de críticas por la gestión que hacen de los contenidos que promueven el odio y la intolerancia en sus plataformas. Este tipo de contenido se encuentra a menudo en las redes sociales sin que, hasta el momento, estas hayan conseguido erradicar ni siquiera sus formas más graves.

Si bien en un inicio estas empresas se escudaban en la libertad de expresión para justificar su posicionamiento, a lo largo de los últimos años ha empezado a haber señales de una reevaluación de sus responsabilidades acerca del contenido que difunden y de los colectivos a los que visibilizan. Así, por ejemplo, en 2015 llegaron a un compromiso con la Unión Europea sobre la retirada de este tipo de contenidos.

Las redes sociales toman medidas para hacer frente al odio y al abuso

Dentro de esta tendencia, y como resultado de las quejas de los usuarios, las propias empresas empezaron a introducir cambios internos en la gestión de estos contenidos, que incluyen su eliminación cuando van en contra de sus propias normas de uso. En el caso de Twitter, en 2017 una de las personas entonces responsables de las relaciones con los usuarios mencionó, en el marco de las Jornadas internacionales #BCNvsOdi, algunos de los cambios y mecanismos introducidos para mejorar dicha gestión en los años anteriores, en particular los que facilitan la denuncia por parte de sus usuarios.

El último cambio en este sentido se ha producido en noviembre de 2017, cuando Twitter anunció que iba a dar un paso más en el esfuerzo para eliminar este tipo de contenidos y comportamientos abusivos. Las nuevas medidas ponen el foco en perfiles afiliados con grupos que promueven la violencia, y prohíbe también incitaciones a la violencia e imágenes de odio.

En concreto, la nueva normativa de Twitter prohíbe el uso de Twitter “por parte de grupos extremistas”. La prohibición abarca a estos colectivos, y se extiende también a otros grupos o personas asociadas a ellos “que realicen o fomenten actos de violencia contra civiles tanto dentro como fuera de la plataforma”. Es decir, Twitter tiene también en cuenta el comportamiento fuera de la plataforma para valorar si suspender una cuenta. Este último punto es crucial para entender el salto cualitativo de la nueva medida.

Una nueva política que ya produce resultados

Como resultado de la aplicación de las nuevas medidas para combatir el odio en la red social, Twitter ha suspendido ya perfiles de usuarios que pertenecen a grupos o movimientos de extrema derecha y ha retirado la señal azul que verifica que una cuenta es fiable de muchos perfiles. A modo de ejemplo, uno de los perfiles suspendidos fue el de Jayda Fransen, líder del grupo de ultraderecha Britain First, cuyos tuits islamófobos habían sido retuiteados por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump.

En cuanto a las imágenes que se pueden considerar discurso de odio en sí mismas (como por ejemplo la esvástica), ahora tienen la consideración de imágenes “sensibles”, por lo que está prohibido su uso en la descripción del usuario o en la fotografía, y si son usadas en tuits, aparecen difuminadas y acompañadas de un mensaje de alerta.

Con estos cambios, y después de años de quejas de sus usuarios, Twitter da un paso más para incorporar algunas de las demandas de las víctimas de discurso de odio en línea.