El Área de Infancia y el Instituto Municipal de Personas con Discapacidad han puesto en funcionamiento un plan piloto, pionero en el ámbito estatal y europeo, destinado a niños y adultos con discapacidad que necesitan apoyo para disfrutar de los espacios de juego en los parques de la ciudad. Desde que se empezó a aplicar, este julio, se han beneficiado diversas familias con niños y adolescentes de 3 a 15 años y padres, madres y tutores legales con discapacidad.
El servicio que se presta consiste en el acompañamiento por parte de personal especializado equipado con elementos de apoyo material. Por ejemplo, acompañan a los adultos con discapacidad por el interior del parque (desde la puerta hasta la zona de juego o de estancia), les explican la distribución y los elementos del área de juego para que autónomamente decidan dónde quieren jugar con su hijo o hija, los ayudan a llegar hasta los puntos de juego donde está el niño o niña y los asisten en las tareas que haga falta para que puedan disfrutar del juego con su hijo o hija. El tiempo de asistencia es de 60 minutos por sesión, con un máximo inicial de 10 sesiones por usuario o usuaria, del 4 de julio al 7 de agosto (5 semanas) y del 29 de agosto al 27 de noviembre de 2022 (13 semanas).
Este plan pretende ofrecer a los niños con discapacidad la oportunidad de jugar en el espacio público, ya que la actividad lúdica es un elemento fundamental para su desarrollo y bienestar, y al mismo tiempo pretende potenciar la interrelación de los niños y niñas con discapacidad con otros niños y niñas y sus familias e impulsar la inclusión en la comunidad.
Plan de juego y Estrategia contra la soledad
Este proyecto piloto se enmarca dentro de dos planes estratégicos municipales: el Plan de juego en el espacio público y la Estrategia contra la soledad. Durante su aplicación se realizará la evaluación del servicio, así como del impacto y de los beneficios para los niños y niñas y las familias.
Para su desarrollo, en el año 2020 se encargó a la Fundación Institut Guttmann un primer estudio, que concluyó que tanto en el Estado español como en Europa los servicios de asistencia en el juego para niños y niñas y adultos con discapacidad son inexistentes; así como también que hay una necesidad clara de esta asistencia en el juego para los niños y niñas con discapacidad grave y los padres o tutores con discapacidad en Barcelona.
Otra de las conclusiones del estudio fue que la asistencia debía ser física, pero que también era muy importante el acompañamiento educativo y social para facilitar la inclusión de estos niños en las dinámicas de juego del espacio público.