FESC’24: cultura, fiesta y economía solidaria para todo el mundo
El primer Festival de Economía Solidaria de Cataluña, el Festival FESC’24, ofreció actividades para todos los públicos con el objetivo de promover la cultura, la solidaridad y la transformación social de manera lúdica.
El primer Festival de la Economía Solidaria de Cataluña, organizado por la Xarxa d’Economia Solidària de Catalunya (XES), es un nuevo formato heredero de la Feria de la Economía Solidaria de Catalunya, que ya cuenta con trece ediciones. Se celebró el fin de semana del 19 y 20 de octubre con el objetivo de romper barreras, llegar a nuevos públicos y presentar la economía solidaria desde la cotidianidad y la accesibilidad de una manera entendedora y lúdica, demostrando que incorporar sus valores en el día a día es más fácil de lo que parece.
En un ambiente festivo, las personas que se acercaron hasta el Parc de l’Estació del Nord pudieron disfrutar y aprender que existe una alternativa a la economía tradicional, que ya está en marcha y es para todo el mundo. Dirigido tanto a público infantil como al adulto, el FESC propuso talleres, conversaciones, catas de productos, proyección de audiovisuales, actuaciones, instalaciones, creaciones colectivas, performances, gincanas, juegos…
Eva Goenaga, coordinadora del FESC’24, recordó el doble estreno: de formato y de espacio, recalcando las ventajas del Parc de l‘Estació del Nord: “Estamos rodeadas de verde y tiene un recorrido muy fácil que hace que desde cualquier punto puedas ver todo lo que está pasando e identifiques enseguida de qué se trata”, puntualizó. Además, señaló que es “un espacio más céntrico [hasta ahora la FESC se celebraba en el Recinto Fabra y Coats] que permite acercarnos a la gente que pasa por el parque. “Nos gusta mucho que vengan vecinos y vecinas”, expuso.
Isabel Martínez, que hacía de voluntaria, remarcó la importancia de este tipo de acontecimientos porque la gente aprende que la economía solidaria existe. “Quizás no quieres entrar en el mercado capitalista y aquí puedes encontrar herramientas o a alguien que te asesore y te dé un empujón. Y como consumidor o consumidora, hay muchas cosas que te pueden interesar”, dijo.
La economía solidaria desde la cotidianidad
Una de las actividades destacadas fue la exposición Cuando lo cotidiano se vuelve extraordinario, que se convertirá en itinerante. Dividida en diferentes esferas (Cómo aprendemos y nos divertimos, Cómo consumimos, Cómo convivimos y nos cuidamos, Cómo trabajamos y una general sobre economía solidaria), explica la forma de aplicar los principios de la economía solidaria en nuestra vida cotidiana. Y, como señala Antònia Montaner, responsable de Comunicación de la Xarxa d’Economia Solidària (XES) y del Festival FESC, “incluye elementos interactivos para que las personas visitantes puedan introducirse en estos conceptos de una forma lúdica y atractiva”. Se trata de una experiencia inmersiva con diálogos, reflexiones y guías de entidades para aplicar estos principios.
Para Carles David, una de las muchas personas que la visitaron, hay mucha gente que desconoce la economía solidaria, y por eso este tipo de iniciativas “tendrían que ir a más”. De la exposición, le llamó especialmente la atención el panel de cómo conseguir que los hombres se apunten más a hacer curas. “También he encontrado muy interesante las bibliotecas de herramientas, porque no hace falta que todo el mundo las compre si se pueden usar y devolver. Buscaré si en Barberà del Vallès o cerca hay alguna”, comentó.
En opinión de Susanna Yáñez, ya un poco familiarizada con la economía solidaria, la exposición nos da herramientas e ideas para nuestro día a día. Para ella “es necesario para crear conciencia de que los recursos naturales del planeta no son ilimitados y tenemos que hacer un uso muy cuidadoso para no quedarnos sin. Si amamos a los demás, tendríamos que empezar a cambiar nuestros hábitos alimentarios y el uso de los recursos”, concluyó.
Aprender a cooperar a través del juego
Otro punto relevante fue el juego interactivo “Social Fantasy: l’escamot rebel”, creado por la XES con FETS (Financiación Ética y Solidaria), Opcions (Impulsem el Consum Conscient) y la Federación de Cooperativas de Consumidores y Usuarios de Cataluña (FCCUC), y con el apoyo del Ayuntamiento de Barcelona. Invitaba a las personas participantes a cooperar como héroes y heroínas para derrotar a un monstruo usando conocimientos de economía solidaria.
Una de las actividades más animadas fue la gincana infantil “Descubre tus superpoderes de consumo cooperativo”, donde se tenían que superar unos retos para aprender sobre grupos de consumo, cooperativas y comunidades energéticas. A Anaïs, una de las niñas que participó, le gustó bastante el reto de la esperanza porque tuvieron que hacer mímica. “Hemos colaborado en el reto final y hemos ganado todos y todas. Creo que la economía solidaria se puede aplicar en la vida normal para que todo vaya mejor”, dijo.
Otro de los puntos fuertes del FESC fue el desfile de ropa sostenible que organiza cada año LaCoordi, la Coordinadora de Comercio Justo y Finanzas Éticas. Se hizo a ritmo de hip-hop y danzas urbanas.
Además, aprovechando que el 19 de octubre es el Día Internacional de la Reparación, se incluyó un taller de reparación de pequeños electrodomésticos y otro de costura, organizados por SETEM, federación de organizaciones no gubernamentales para el desarrollo. Sara Clark llevó una tostadora porque “hacía dos años que no funcionaba y no quería tirarla”.
De todos modos, la oferta del FESC’24 no se acabó aquí. También hubo espacio de restauración con una variada oferta gastronómica de productos sostenibles y un programa musical y artístico gracias a una alianza con el Festival Esperanzah! Y una charla-taller sobre inteligencia artificial, donde se debatió alrededor de la idea si es posible una IA ética, democrática, auto gestionada y centrada en las personas.
Esto y muchas cosas más tuvieron lugar en un entorno que promovió la reflexión y la sostenibilidad y donde el público pudo disfrutar, descubrir y sentir la esencia de la economía solidaria. Como media, alrededor de 650 personas por hora estuvieron presentes en el Parc de l’Estació del Nord a lo largo del festival.
En la bienvenida institucional, Xavier Rubio, jefe del Departamento de Economía Social y Solidaria del Ayuntamiento de Barcelona, dio las gracias a todo el mundo por el esfuerzo para haber hecho posible este festival. Y aclaró que forma parte de la estrategia de construir mercado social, junto con el mapa Pam a Pam y el Balanç Social, unas acciones fundamentales que el Ayuntamiento comparte desde 2016 con la XES mediante un convenio anual.
Por su parte, David Bonvehí, director general de Economía Social y Solidaria y el Cooperativismo de la Generalitat de Cataluña, deseó que el FESC continúe en los próximos años, asegurando que “el Gobierno de Cataluña estará a vuestro lado, porque se lo cree y porque somos conscientes y tenemos la certeza de que habéis hecho muy buen trabajo y de que lo haréis en el futuro”.