“La cesión de uso por sí misma no es transformadora, sino que está dentro del ámbito de la Economía Social y Solidaria”

Entrevistamos a Carlos Alcoba, presidente de Sostre Cívic y socio expectante, y Eva Ortigosa, miembro del consejo rector y directora de proyectos de Sostre Cívic, y socia conviviente de la vivienda cooperativa Cirerers

13/11/2024 - 11:59 h

Entrevistamos a dos personas de la cooperativa Sostre Cívic, pionera en Cataluña en el modelo de vivienda en cesión de uso, que permite a las personas socias acceder a viviendas asequibles, estables y no especulativas. Explican en qué consiste esta propuesta transformadora, sus ventajas y cómo está totalmente alineada con la Estrategia ESSBCN2030 para que tenga un impacto real en los barrios y en la ciudad.

Vuestra entidad es pionera en promover el cooperativismo de vivienda en cesión de uso. ¿En qué consiste este modelo, cómo ayuda a garantizar el acceso a una vivienda asequible y cuáles son sus ventajas respecto a otros modelos de vivienda social?
Carles Alcoba (CA): Somos un modelo de propiedad colectiva y defendemos que las viviendas son para vivir. Tienen un doble componente, el de derecho y el de activo financiero, y lo que hacemos es eliminar este último. Al final, la gente no quiere una casa para hacer negocio, sino una casa para desplegar su proyecto de vida. La vivienda en cesión de uso es un híbrido entre la propiedad y el alquiler; para acceder tienes que aportar un capital inicial y el resto del tiempo pagas unas cuotas mucho más bajas que las que pagarías en el mercado privado. Puedes estar toda la vida sin ser propietario, pero al mismo tiempo tampoco eres inquilino. Para mucha gente, el acceso a la vivienda en propiedad es prohibitivo y el mercado de alquiler también, tanto por los precios abusivos como por la limitación temporal. Esto hace que a menudo tengas que marcharte del barrio e incluso de la ciudad. Con nuestro modelo, más asequible por el precio más bajo, la gente también puede prever su impacto financiero a largo plazo.

En el marco de la Economía Social y Solidaria (ESS), ¿cómo contribuye al impulso de una ciudad más equitativa e inclusiva?
Eva Ortigosa (EO): Partimos de una cosa tan simple como que las casas sean para vivir. Una ciudad será más inclusiva y más equitativa si las viviendas disponibles son para su ciudadanía y no para hacer negocio o para que sean temporales. Dentro del marco de la Economía Social y Solidaria, defendemos la vivienda no especulativa y estable en el tiempo, que las casas sean para la gente. Al hacerlo desde el ecosistema de la ESS, se gestiona democráticamente, el poder es de las personas que forman parte de la cooperativa. Esto tiene dos resultados: una gestión transparente y democrática, y una gestión comunitaria. Las personas quieren crear un vínculo diferente a la individualidad y las relaciones entre las que viven en el edificio están muy en el centro, existe un apoyo mutuo. Tu casa va más allá de tu vivienda y esta voluntad expresa de hacer comunidad se refleja la mayoría de veces en la ciudad.
CA: Este modelo se puede replicar en la economía privada, por eso es tan importante hacerlo en el marco de la ESS. La cesión de uso por sí misma no es transformadora, sino que está dentro del ámbito de la Economía Social y Solidaria.

Actualmente, se están desarrollando dos promociones en Barcelona. ¿En qué fase se encuentran?
EO: Sostre Cívic tiene en Barcelona tres proyectos con gente viviendo, en Ciutat Vella, Poblenou y Roquetes, y dos más en construcción: uno en la Vía Augusta, ‘Can 70’, y uno en Sant Andreu, en el paseo de Torres i Bages, ambos a punto de empezar las obras. Desde hace años, un grupo de socias ha estado trabajando para que sean posibles. ‘Can 70’ es un proyecto para personas mayores de 55 años que trabajan para tener un envejecimiento activo y quieren autogestionarse y colectivizar los servicios de curas en la última etapa de la vida. El de Sant Andreu, en colaboración con el grupo TEB, tiene entre un 10 y un 12% de viviendas para personas con discapacidad intelectual.

¿Qué hace atractivos este tipo de proyectos en términos de habitabilidad y sostenibilidad?
EO: Dentro de la ESS tenemos muchos principios y valores, uno de ellos la sostenibilidad. Y nos ponemos las pilas para que a la hora de construir, diseñar y contratar servicios, hacerlo siempre con el prisma de la ESS para minimizar las necesidades de consumo energético y el impacto ambiental de la construcción, así como de los consumos posteriores.

Hace poco anunciasteis la financiación de 350 nuevas viviendas sociales en cinco municipios catalanes, todos en suelo municipal y una parte importante financiados con fondos europeos Next Generation. ¿Por qué se trata de una iniciativa pionera?
CA: Hace dos años empezamos un proceso de salto de escala y para llegar a un público más general necesitábamos ampliar. Si queremos crecer, nos hace falta suelo y financiación. Teníamos la financiación de la banca ética de aquí, pero nos hacía falta un apoyo más allá. Aquí es donde aparecen los Fondos NextGenerationEU y el crédito de 31 millones de euros del Banco de Desarrollo del Consejo de Europa. Es la primera vez que este banco financia una cooperativa en el ámbito europeo y existe la voluntad de que esta iniciativa se repita. Este es un mensaje de futuro muy potente.

¿Cómo se alinea Sostre Cívic con la Estrategia ESSBCN20230? ¿Cómo influye en la política de vivienda de la ciudad y qué medidas concretas estáis implementando para contribuir?
EO: Estamos completamente inmersos en las líneas de la Estrategia que promueven los modelos de viviendas alternativas y sostenibles, e intentamos extender la ESS a los diferentes barrios donde se encuentran las viviendas. Lo hacemos promoviendo el mercado social y la intercooperación, acompañándonos de muchos actores e intentando que todas las alianzas y los suministros puedan ser con entidades de la Economía Social y Solidaria para que haya un impacto real en la ciudad y en la ciudadanía. La idea es sumar con otras entidades en temas de movilidad, de alimentación y productos de proximidad, y de energía, entre otros.

La subida abusiva de los precios de la vivienda y la gentrificación hacen que iniciativas como la vuestra tengan especial relevancia en las grandes ciudades? En qué punto se encuentra el modelo de cooperativas de vivienda en la ciudad y en Cataluña?
EO: La situación actual plantea un escenario en los próximos tres años con un impacto importante en Barcelona. Además de los tres proyectos de Sostre Cívic, en la ciudad se están construyendo cuatro más: La Regadora (Sant Andreu), Ruderal (Vallcarca), Sotrac (La Bordeta) y Torrent Vi (Sarrià).
CA: Gracias a los avances, los ayuntamientos o las políticas que hasta hace poco nos veían con un poco de recelo, lo hacen ahora con mejores ojos, lo cual nos permite ser más competitivos y hace que la gente se acerque más a nosotros.

¿A qué barreras principales se enfrentan las cooperativas de vivienda?
CA: Suelo y financiación. En el suelo tienen mucho que ver las administraciones públicas, puesto que la mayoría de ayuntamientos disponen de suelo que pueden ceder a proyectos como los nuestros, que van más allá de la vivienda. El impacto que tienen en el municipio es tan grande que implica un gran retorno social.
EO: Tenemos un convenio ESAL (Entidades sin ánimo de lucro), una iniciativa del Ayuntamiento de Barcelona y las entidades que promovemos vivienda social, que pone a disposición suelo municipal público para poderlo ceder en unas condiciones específicas a entidades que promueven vivienda social sin afán de lucro. Esto ayuda a que, ante un suelo posible, no haya competición con otras entidades. Este convenio, que ha permitido que en Barcelona afloren más solares, proporciona un marco para que entidades como la nuestra podamos hablar y desarrollar proyectos, trabajando con las personas y con los barrios. Limita la competitividad y facilita la colaboración.

¿Cuántas personas socias tiene actualmente Sostre Cívic? ¿Qué puede incentivar la sensibilización de la población a sumarse a la vivienda cooperativa?
CA: Ahora mismo, tenemos 1.600 socias. Personas mayores que quieren vivir la vejez de una manera diferente más allá de las residencias, gente que busca una vivienda asequible o la construcción de una forma de vida diferente… Los motivos varían.

¿Cómo creéis que evolucionará la vivienda cooperativa en los próximos años y cuáles son los mayores retos? ¿Y los proyectos futuros de Sostre Cívic?
EO: El reto de continuar construyendo con esta cooperación público-cooperativa es clave. Se trata del binomio entre el modelo de cesión de uso, que no deja de ser sociedad civil organizada que quiere crear una alternativa, junto con políticas públicas que favorezcan que esto sea posible. Solas será muy difícil llegar, y se ha visto que este binomio es posible para sacar adelante proyectos asequibles, estables y no especulativos.